
Analizar y reflexionar en torno a la manera de concebir de otra cultura o de otro tiempo puede servirnos para conocer otras formas de definir a las cosas y al hombre, a su relación, a, apreciar diversas maneras del conocer, de fundamentar el actuar, así, como, la manera en que nos enfrentamos o comprendemos diversos fenómenos y problemas.
Por ello, en esta ocasión la presente y pequeña investigación, pretende retomar, a grosso modo, un poco de un momento en la historia donde hubo un intercambio cultural entre, diversas filosofías y escuelas del pensamiento griego denominadas helenistas (aristotelismo, cinismo, escepticismo, estoicismo, epicureísmo y los cirenaicos) y las filosofías y doctrinas budistas de medio oriente (como el budismo mahāyāna). Siendo así un periodo de extrema relevancia para occidente y oriente, ya que de ahí surgen concepciones, nociones, técnicas y métodos importantes para la filosofía y la psicología.
Ahora bien, el momento histórico al que la presente investigación se evocará será alrededor del siglo IV a.c. y siglo I a.c. Periodo donde a partir de los viajes de algunos filósofos y las conquistas de Alejandro Magno en oriente, se posibilita un intercambio cultura en territorio del Amu Dari, Bactria, el Paso Khyber, Gandhara, el Punjab, hasta el Himalaya y el indo Kush; de lo que actualmente es hoy el territorio de los países de Afganistán, Pakistán, Iran y el norte de la India (Srisongkram, 2010: Pp. 5). Y al sincretismo específico al que se alude es al resultante entre la cultura helenística y la budista, conocido como Grecobudimos o Budismo Alejandrino.
Breve desarrollo histórico de la génesis del grecobudismo
Partiendo entonces de la historiografía y los registros materiales, podemos decir que el preámbulo del budismo alejandrino se desarrolla a partir del año 327 a.c. Tras las conquistas de los macedonios en los imperios y reinos de Persa, Medo, Aqueménida, Persía, Sátrapa, Sogdiana y Bactria.1
«A partir de la campaña alejandrina, con relatos como el de Nearco y el de Onesícrito, se introducirían aspectos filosóficos en dicha literatura griega, al mismo tiempo que se multiplican en ella los indicios del encuentro con los sabios indios. Es el caso del encuentro con los śramaṇas, transmitido por los griegos llegados con la expedición de Alejandro Magno. Estos ascetas fueron conocidos con el nombre de gimnosofistas, probablemente los monjes jainistas, pero también identificados con renunciantes entregados al ejercicio del yoga y retirados en los bosques. Sin embargo, según Beckwith, śramaṇas identificaba exclusivamente a los seguidores budistas, y no el conjunto de todas las sectas reaccionarias al sistema brahmánico, como sostiene la tradición oficial (Gharehkhani, 2020: Pp 75)».
Tras la muerte de Alejandro Magno, en el polo opuesto, en el imperio Maurya en la India, el soberano Ashoka (260 a.c.) tras vivir una vida beligerante realiza una conversión al budismo, y comienza con la difusión de las ideas a través de monjes en los territorios de medio oriente donde se había llevado a cabo un mezcla de las culturas locales con la helénica.
“Ashoka envió misioneros por toda la India y el extranjero. Algunos llegaron hasta Egipto, Palestina y Grecia. San Orígenes menciona incluso que podrían haber alcanzado Gran Bretaña. Los griegos de uno de los reinos de Alejandro del norte de la India se convirtieron al Budismo, después de que el rey Menandros (en Pali: Milinda) fuera convencido por un monje llamado Nagasena (esta conversación fue inmortalizada en el Milinda Pañha). Un rey Kushan del norte de la India llamado Kanishka también fue convertido, y se celebró un concilio en Cachemira alrededor del año 100 DC. (Boeree, 1999: Pp 2)”.
Ahora bien, hay que resaltar que cuando la cultura helénica fue introducida en estas zonas, se encontró primero con el zoroastrismo, judaísmo, hinduismo y el animismo, pero a la par las ideas budistas concebidas en el siglo IV a.c. en la India comenzaron a difundirse, y para alrededor del siglo I a.c. llegaron a los imperios y reinos con influencia de la cultura griega.
Conceptos y nociones importantes del Budismo primigenio
Tras analizado el momento fundacional del grecobudismo en la historia, sería conveniente antes de continuar con el desarrollo del budismo alejandrino, resumir o sintetizar alguna de las ideas filosóficas del budismo, particularmente el primigenio, ya que hay que recordar que budismo se ha adaptado a diversas culturas de la antigüedad, como la China, Japonesa, Coreana y de Sri Lanka, pero en esencia todas reconocen al principe Siddhartha Gautama, sus principio e ideas como la base o la esencia práctica y filosófica.
Si bien, Siddhartha Gautama dijo que antes de él ha habido muchos budas, propiamente la historia del budismo inicia con este personaje. Un príncipe de Kapilavastu (Nepal) alrededor del siglo IV, que a los 29 años, tras vivir en opulencia comienza a interrogarse por el papel del dolor y el sufrimiento en el mundo, y así decide dejar todo he ir en busca de comprensión. Tras 6 años de ascetismo extremo, alcanzó la iluminación, tras concebir su idea de las cuatro nobles verdades y el sendero óctuple. Para terminar pasando el resto de su vida viajando y enseñando su filosofía.
“La historia del Bienaventurado está plagada de hechos históricos «ocultos en la leyenda, que no es una invención arbitraria, sino una deformación o magnificación de la realidad». No hay una imagen exacta de él, por lo que puede verse representado de varias maneras, siendo una de las más comunes la de sentado en posición de loto como símbolo de purificación de cuerpo y mente. Esas imágenes a modo de deidades no son como se las entiende tradicionalmente a esas representaciones al no portar una existencia autónoma (Arnaiz, 2015: Pp 45).”
Con respecto a su filosofía, aunque tomó concepciones del Jainismo, como su idea de paz y no violencia, de la filosofía Sramana sus prácticas acéticas, y de los Upanishads la idea de karma (causa y efecto), así como ciclo de renacimiento (samsara), su filosofía fue fundamentalmente práctica y se centró en la noción de “Las cuatro nobles verdades”:
1.- La verdad del sufrimiento (Dukkha): La aceptación y reconocimiento del sufrimiento físico, mental, así como la insatisfacción y la impermanencia.
“La primera, consiste en que toda existencia es sufrimiento (duḥkha). Se trata de un sufrimiento existencial de carácter universal transmitido a través de nuestra experiencia inmediata (Arnaiz, 2015: Pp 46)”.
2. El origen del Sufrimiento (Samudaya): Ubicar que el surgimiento del sufrimiento tiene su génesis en el de deseo y el apego, así como los ideales, y en nuestra constante identificación con el yo que construimos.
“La segunda, se centra en que el origen del sufrimiento es el deseo, esto es, aquella sed (tanhā) surgida de la ignorancia de anhelar bienes materiales o de buscar el placer a toda costa. El budismo se muestra de esta manera contrario al materialismo, muy propio de las sociedades capitalistas con un alto nivel de bienestar; pero no solo de ellas, porque el individuo es maximalista por definición y sus deseos son ilimitados. Es preciso controlar esa ‘sed’ de deseos que provoca karma negativo y hace girar la rueda de los renacimientos(samsara), siendo preciso escapar de ese círculo vicioso (Arnaiz, 2015: Pp 46).”
3. El cese del Sufrimiento (Nirodha): Este paso se centra en la liberación del apego y del deseo, ya que cuando eliminamos las causas del sufrimiento, encontramos la paz interior y la felicidad duradera.
“La tercera noble verdad […] versa sobre la posibilidad de alcanzar el nirvana. Radica en la convicción de que puede superarse el sufrimiento si se consigue extinguir la causa que lo provoca. Esto supone acudir a la etiología, a la raíz misma del problema. Por tanto, liberarse del karma acumulado de vidas anteriores supone superar el estado del samsara. Ese estado erróneo que es un hecho inevitable de la naturaleza, pero del que se puede salir. Ahí entra en juego la cuarta noble verdad como vía para acabar con el sufrimiento, siguiendo el noble óctuple sendero (Arnaiz, 2015: Pp 47).” 2
4. Camino hacia el Cese del Sufrimiento (Magga): Este también es conocido como el “Noble Óctuple Sendero”, y a través de él, que encontramos las acciones para el cese del sufrimiento. Este consta de ocho prácticas interrelacionadas: recta comprensión, recta intención, recta palabra, recta acción, recto sustento, recto esfuerzo, recta atención y recta concentración. Estas prácticas éticas, mentales y meditativas ayudan a eliminar el deseo y el apego, conduciendo así al cese del sufrimiento.
“Su composición es de ocho ramas que, a su vez, se engloban en sabiduría (prajña), conducta ética (shila) y meditación (samādhi) para acceder al nirvana considerado como un estado de liberación donde reina la paz y la tranquilidad. Así, la primera, sería la sabiduría entendida como conciencia plena canalizada a través de una comprensión justa y un pensamiento justo. En cambio, la conducta ética, similar a una especie de moralidad en el actuar, tendría como ramas la palabra justa, la acción justa y el medio de existencia justo. En tercer lugar, la meditación relacionada con la disciplina mental que precisa de un esfuerzo justo, una atención justa y una concentración justa (Arnaiz, 2015: Pp 48)”.

Principales conceptos y métodos de las filosofías helénicas
Antes de pasar a las particularidades y la conformación del grecobudismo, valdría la pena ver, aunque sea de manera sintética las filosofías helénicas que fueron desarrolladas en medio oriente posteriores a la expansión macedónica.
Entre estas podemos encontrar por ejemplo al aristotelismo, el cual se centró en la lógica, la metafísica, la ética y la política; a través, de una teoría del conocimiento basada en la contemplación y el análisis riguroso, tomando como base concepciones como “la realidad como sustancia”, clasificando el ser de acuerdo a su teología o función, y concibiendo todo entre la dinámica del acto y la potencia, así como el buscar siempre la causa primigenia de todo.
“Aunque Aristóteles no divide siempre de un mismo modo la filosofía, puede decirse que su división predilecta es la siguiente: l.) La filosofía teorética, cuya finalidad es alcanzar el conocimiento en cuanto tal y no un objetivo práctico, se divide en a) física o filosofía natural, que estudia las cosas materiales móviles; b) matemática, que estudia las inmóviles pero no separadas (de la materia); c) metafísica, que estudia las realidades separadas de la materia (trascendentes) e inmóviles. (La metafísica incluiría, por tanto, lo que nosotros llamamos teología natural.). 2.) La filosofía práctica se ocupa principalmente de la ciencia política, pero tiene como disciplinas anejas la estrategia, la economía y la retórica, puesto que los fines a que estas disciplinas se ordenan son subsidiarios y dependientes del de la ciencia política. 3.) La filosofía poética versa sobre la producción, y no sobre la acción en sí misma, que es el objeto de la filosofía práctica (en el que se incluye la acción ética en su sentido más amplio o político): es, por todos sus aspectos y finalidades, la teoría del arte (Coplesto, 1979: Pp 247)”.
El Cinismo, por otro lado, fundado por Antístenes y desarrollado por Diógenes de Sinope, se centró en la búsqueda de la autarquía, concebido esto como el vivir en armonía con la naturaleza, y esta se obtenía, a través de la ascesis, la libertad que llega a través del desapego y desafío a las convenciones sociales y deseos materiales.
“El cínico renuncia a su identidad social, sacrifica la comodidad psíquica de la pertenencia a un grupo político, pero, para así salvaguardar su identidad existencial y cósmica: “El único ordenamiento estatal auténtico tiene lugar solamente en el cosmos”, así el cínico da una de sus máximas filosóficas más influyentes en el pensamiento helenístico. El sabio cosmopolita, renunciando a las condiciones y responsabilidades sociales concretas de alguna polis, en función de los principios del cosmos, se acerca a la ciudad en su papel de “innegable perturbador, crítico de cualquier autocomplacencia dominante y la plaga de todo estrechamiento moral”. El cínico tomando conciencia de su lugar en el cosmos, se ve obligado a preocuparse ante todo de la existencia, o mejor dicho, del cómo existir, su preocupación es ante todo ética (De Freitas, 2012: Pp 302)”.
También, estarían la escuela escéptica, fundada por Pirrión y Sexto Empírico, los cuales cuestionaban la idea de alcanzar un conocimiento absoluto, a la vez que afirman que es imposible llegar a la certeza completa sobre cualquier cosa. Por esta razón ellos crearon un método o técnica llamado epojé, para suspender el juicio, someter así toda la realidad a la duda sistemática y a un examen crítico, para con ello poder llegar a la ataraxia o imperturbabilidad del ser.
“Pirrón creía que las sensaciones nos dan tan sólo la apariencia de las cosas, y que la razón no es capaz tampoco de acceder a la auténtica realidad. En consecuencia, lo único que conocemos son apariencias, y las apariencias son diferentes para distintas personas: por eso no nos es posible conocer cuál es la opinión acertada, ya que no existe nada objetivo, distinto de la apariencia relativa a cada individuo, con que compararlo. Ante esta situación, Pirrón considera que lo más sensato es la suspensión del juicio (epojé), esto es, reconocer que todas nuestras opiniones son tan sólo convencionales, y abstenerse de defender ninguna postura, literalmente, “dejar de hablar” (aphasia) (Universidad de Salamanca, 2018: Pp 80).”
El estoicismo, por su parte, creado por Zenón de Citio, promulgó que el objetivo de la vida es vivir de acuerdo con la naturaleza (ataraxia), y para ello había que acceder a la libertad mediante el conocimiento, ya que solo así podíamos aceptar nuestro destino, y la suprema virtud, para ellos, consistía en la búsqueda de la indiferencia hacia las emociones y los placeres materiales, abogando siempre por la serenidad. Así mismo, los estoicos, empleaban técnicas como la meditación, el autoexamen y la visualización para cultivar la virtud y alcanzar la sabiduría, ya que pensaban que la razón y la voluntad pueden controlar las reacciones emocionales.
“[…] la doctrina estoica está centrada en la ética, la cual se considera como la forma de vida que permite conseguir la felicidad, identificándose esta con la autarquía (autosuficiencia), la ataraxia (imperturbabilidad) y la apatía (ausencia de pasiones). Los estoicos creían que para lograr estas era preciso dejarse guiar por las leyes naturales, un orden cósmico que se contrapone a las leyes humanas, meramente convencionales. Esta concepción es de clara raíz cínica, pero mientras que los cínicos se limitaban a rechazar todos los convencionalismos sociales, los estoicos intelectualizan dicha postura y creen que es posible conocer ese orden cósmico para adaptarse a él. De este modo, el conocimiento de la razón que nos ayuda a comprender el Cosmos y el conocimiento del Cosmos mismo son los pasos previos para comprender la ley natural y llegar así a la ética, que consiste precisamente en vivir de acuerdo con la naturaleza (Universidad de Salamanca, 2018: Pp 86)”.
Y, por último, el epicureísmo, fundada por Epicuro, buscaba la moderación del placer y el evitar el dolor, practicando la autosuficiencia, el autocontrol, y fomentando la amistad y la comunidad. Con explicaciones causalistas, propias de los atomistas (como Democrito), para tomar distancia del destino y la superstición.
“El epicureísmo se caracteriza ante todo por definir lo ético como lo que proporciona la felicidad por medio de la obtención del placer y la evitación del dolor, razón por la que se les conoce también como hedonistas (del griego hedoné = placer). Un claro precedente de este hedonismo lo encontramos en la escuela cirenaica, una de las escuelas socráticas menores. En cualquier caso, se trata, como veremos, de un hedonismo predominantemente intelectual, en el que la moderación en el placer juega un papel central, como medio para evitar posteriores dolores (Universidad de Salamanca, 2018: Pp 82).”

Conformación, momentos y particularidades de la génesis del Grecobudismo
Para fines de esta pequeña investigación me gustaría partir en tres periodos el momento de conformación del grecobudismo o budismo alejandrino, entre el periodo previo donde había un contacto entre las culturas griegas y hasta la expansión macedónica, entre el siglo IV a.c. y el año 323 a.c. el periodo de desarrollo donde hubo un intercambio constante entre los territorios de influencia griega y la expansión del budismo por el rey Asóka, en medio de los años 323 a.c. y el 223 a.c. y el periodo de apogeo, donde podríamos ubicar los principales vestigios antropológicos y narraciones así como escritos, que va de los años 223 a.c. a el siglo I a.c.
Iniciando por el periodo previo, podríamos encontrar dos contactos o momentos de influencia entre mundo helénico y las culturas védicas:
a) El primero, donde al fundador de cinismo Antistenes, crea un estilo de vida con base en búsqueda de la autarquía y la libertad de las convenciones sociales, con base en el socratismo y el sofisma de Gorgias, pero además, se inspira en la figura del gimonosfista (yogui de la india), específicamente la vida que rechaza lo material y busca la autosuficiencia, conformando así la esencia de la filosofía o modo de vida del cinismo.
«Demetrio, en sus Colombroños y Antístenes en las Sucesiones, dicen que fue a Egipto a aprender la Geometría, a los Caldeos de Persia y al Mar Rojo. Aun hay quien dice que también estuvo en la India con los Gimnosofistas (Biografía de Demócrito, s. f) «.
A este respecto, valdría la pena agregar que su discípulo Crates, fue maestro del fundador de la filosofía estoica (Zenón), y por ello, aunque son doctrinas y modos de vida completamente diferentes, pueden tener algunas cosas en común, como el vivir de acuerdo a la naturaleza, y buscando la armonía, pero su principal diferencia estaría en el uso de la razón, dado que el estoico se apoya en el saber y la lógica para llegar a la ataraxia, y el cinismo lo busca a través de la ascesis, o el rechazo de las convenciones sociales.
b) Y, en el segundo lugar, tendríamos a la influencia que tuvieron los gimonosofistas en Pirrión, ya que este al viajar en las campañas de Alejandro Magno tuvo oportunidad de conocer su estilo de vida e ideas, y con base en ello se piensa que enfatizó la búsqueda de la autarquía, y producto del choque cultural, la noción de que es imposible llegar a un saber absoluto.
“Siendo consecuente con esto, Pirrón no escribió ningún libro, y se limitó a vivir de acuerdo con su posición escéptica. Pirrón participó en las campañas de Alejandro en Asia, y sabemos que en la India conoció a los gimnosofistas (que es como llamaban los griegos a los seguidores de la filosofía yoghi), de quienes posiblemente tomaría el ideal ético de mantenerse imperturbable (Universidad de Salamanca, 2018: Pp 80)”.
Del periodo de desarrollo, donde encontramos una conexión con el budismo mahāyāna, resaltan específicamente dos aspectos, en concebir a Buda (Siddhartha Gautama) en un hombre-dios idealizado:
“La comprensión supra-mundana de Buda y los bodhisattvas fue una consecuencia de la tendencia griega a deificar a sus dirigentes en la parte final del reinado de Alejandro Magno. El concepto de dios-rey aportado por Alejandro influyó en el desarrollo del concepto de bothisattva, que implicaba la representación de buda en el arte de Gandhara con la cara del dios del sol Apolo (Srisongkram, 2010: Pp 22)”.
Y en comparar el bodhisatva, persona que encarna o manifiesta la budeidad, con la búsqueda de las virtudes griegas, o, el perfeccionamiento de toda una vida de la eudemonía.
“Algunos estudiosos consideran que la influencia griega estuvo presente en la definición del ideal del bodhisattva en el texto de majaiana más antiguo, Perfección de la sabiduría o Prajñā pāramitā, que se desarrollo entre el siglo I a. C. y el siglo I d. C. Estos textos redefinen en particular el budismo alrededor del ideal universal del bodhisattva, y en sus seis virtudes centrales de generosidad, moralidad, paciencia, esfuerzo, meditación y sabiduría (Srisongkram, 2010: Pp 23)”.
Por último, en el tercer periodo, el de apogeo, se crearía un vínculo más estrecho entre el cinismo, el escepticismo y algunos sofismas, así como el platonismo.
Para este momento tendríamos como principal característica una equiparación entre algunos conceptos como el Prajnaparamita del budismo y la epojé de los escépticos, el Madyamikas del Zen y la apatheía de los cínicos3 y estoicos.
“ En el Prajnaparamita (perfección de la sabiduría), se observa el rechazo a la realidad como fenómenos […] lo que también se encuentra en los pirronistas […] La percepción de la realidad última que tenían los cínicos así como los Madyamikas y los profesores de zen, solamente accesible a través de una aproximación no conceptual ni verbal […] La actitud de la ecuanimidad y la perspectiva desapasionada ante eventos también era característica de los cínicos y estoicos [ Así] como la dialéctica de Najarjuna desarrollada en Madhyamika muestra un paralelismo con la dialéctica griega (Srisongkram, 2010: Pp 23)”.
Conclusión
A manera de conclusión podríamos decir que algunas filosofía helénicas como el cinismo, escepticismo, y el estoicismo, así como el budismo y sus derivaciones el mahāyāna, y el Zen nacen en contacto con las culturas védicas de medio oriente y el norte de la India, proporcionando un posible suelo común de conceptos y nociones.
Ahora bien, tras la expansión de Alejandro Magno, y los monjes que envío el rey Asokha para difundir el budismo, se dio una mezcla entre las tres filosofías helénicas antes mencionadas y el budismo primigenio, pero además se añadió al sincretismo las otras filosofías helénicas de inspiración socrática, como el platonismo, el aristotelismo, el epicureísmo y los cirenaicos, así como el desarrollo del budismo mahāyāna, que comenzó a mezclar aspectos tanto de las culturas griegas como medio orientales, influenciando notablemente la manera de representar, de concebir a través del arte como la escultura, así como las técnicas meditativas y algunos conceptos.
Para finalmente llegar a instaurar paralelismo o una sobreescritura que ratifique, aunque sea como ficción posterior en mitos, la influencia del sincretismo propiciado por todas las culturas que vivían y se desplazaron entre los territorios griegos, medio orientales, así como de las partes aledañas al oriente del mediterráneo.
Ahora bien, para finalizar, valdría la pena mencionar que la presente investigación se basa en otras en desarrollo sobre lo que pasó en estos periodos, ya que la información es escasa y a veces contradictoria, sin embargo, los filósofos, historiadores, antropólogos y académicos de los países donde se desarrollaron, actualmente están ampliando la información, para así poder comprender mejor lo que sucedió, como poder retomar algunas concepciones o nociones que puedan ayudarnos a los fenómenos y problemas actuales.
Entonces, por lo anterior expresado, me gustaría cerrar con las siguientes preguntas: ¿En qué medida las influencias comunes del helenismo y el budismo, provenientes de fuentes como el jainismo, los Vedas, los brahmanes, los judíos, entre otros, fomentaron el sincretismo religioso en la antigua Alejandría y otras regiones helenísticas? ¿Se puede argumentar que estas influencias comunes contribuyeron tanto al surgimiento de filosofías sincretistas como al desarrollo de sistemas de creencias que combinaban elementos ateos y politeístas en el contexto helenístico?»
Estas preguntas permitirían explorar cómo la interacción entre diferentes tradiciones filosóficas y religiosas en el mundo helenístico dio lugar a nuevas formas de pensamiento y religión, así como a la coexistencia de diversas concepciones teológicas, desde el politeísmo hasta el ateísmo. Además, podría analizar cómo estas influencias comunes contribuyeron a la formación de sistemas filosóficos y religiosos que reflejaban tanto las tradiciones locales como las influencias extranjeras. Sobre todo tomando en cuenta los fenómenos sociales que constriñen nuestra subjetividad actual, así, como, los conflictos diplomáticos y políticos en medio oriente.
1 “Los encuentros entre los gimnosofistas y los brahmanes con los filósofos griegos se transmitieron en forma de leyendas y narraciones conservadas parcialmente. El problema es, como señala Scott, que las fuentes griegas callan sobre la posible llegada de estas misiones budistas. No obstante, los encuentros se produjeron. Estos diálogos debieron tener lugar en el área de Bactria y el este de Irán, así como en Alejandría (Egipto), donde había una comunidad de mercaderes indios asentados (Gharehkhani, 2020: Pp 78)”.
2 “Partiendo del concepto de karma, común también al hinduismo y jainismo, los sucesivos renacimientos quedarían determinados por actos de vidas anteriores hasta el punto de hablarse, según Monod, de una ley trascendente que rige el destino individual; es decir, una especie de energía en base a la cual los actos tienen una retribución en una existencia presente o futura, lo que obliga a sucesivas existencias con una dosis increíble de dolor. Esto viene a significar que «la remuneración de los actos exige y determina las condiciones apropiadas del cosmos material, para premiar o castigar a los autores» (Arnaiz, 2015: Pp 47)”.
3 “El Diógenes severo y rigorista de la tradición habría sido incluso un añadido posterior por influencia de las ideas de la filosofía oriental (gimnosofistas) divulgadas a través sobre todo de Onesícrito (historiador que fuera discípulo de Diógenes y que acompañó a Alejandro en su expedición por Oriente), mientras que la figura histórica de Diógenes habría practicado un moderado ascetismo socrático de tendencia eudemonista. Más recientemente, se ha insistido en la autenticidad de las representaciones hedonistas o eudemonistas de los primeros cínicos, pero poniendo de manifiesto el carácter completamente paradójico y reacuñado de los conceptos de placer y felicidad en boca de aquéllos (cf. Goulet-Cazé y Giannantoni) ( Gonzales, 2013: Pp 13).”
Bibliografía:
Srisongkram, N. (2010). Análisis del discurso y de la traducción de Milinda Panha.
Gharehkhani, Z. (2020). El Budismo Iranio (Doctoral dissertation, Universidad Autónoma de Madrid).
Boeree, G. (1999). The History of Buddhism (J. Silvestre Montesinos, Trans.) Shippensburg University. https://webspace.ship.edu/cgboer/buddhahist.html
Arnaiz, J. A. S. (2015). El budismo: entre religión no teísta y filosofía práctica. La Albolafia: Revista de Humanidades y Cultura, (4), 43-49.
COPLESTON, F. (1979) Historia de la filosofía, Vol. 1: Grecia y Roma. Ariel.
De Freitas, J. H. (2012). El cinismo: Un elogio a la desvergüenza. Bajo palabra. Revista de filosofía, 2(7), 301-311.
Biografía de Demócrito. (s.f). Torre de babel. https://e-torredebabel.com/biografia-de-democrito-diogenes-laercio-vidas-de-los-filosofos-ilustres/
Universidad de Salamanca. (2018). Historia de la filosofía: apuntes de Historia de la filosofía. Docsity. https://www.docsity.com/es/historia-de-la-filosofia-el-helenismo/4668687/
González, P. F. (2003). Necesitaban de un amigo los cínicos antiguos?,“. Bitarte, 31, 51-72.
Análisis: