El 22 agosto es el Día Internacional de Conmemoración de las víctimas de violencia motivados por la religión o las creencias, instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para dar visibilidad a las víctimas de la violencia, motivada por la religión y las creencias de estas.
En todos los tiempos, el mundo ha asistido a la arraigada discriminación contra las minorías religiosas, quienes son atacadas en su persona y lugares religiosos, llevando incluso a crímenes de odio y brutalidades contra poblaciones enteras por el simple hecho de profesar una religión o unas creencias.
En cuanto a esto, lo podemos pensar desde lo que Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, subrayó en el texto de Lo Ominoso de 1919. Lo “diferente” molesta porque en realidad, no es tan diferente, tiene que ver con aquello del orden de la identificación con mis creencias, y hay que rechazar las otras para realizar un aseguramiento narcisista, y evitar la posibilidad de la muerte de mis creencias. El otro es una réplica de “sí mismo”, uno sobrevivirá, y al otro, hay que exterminarlo, que muera, porque si no se convierte en un ominoso anunciador de la muerte de mis creencias.
Ejemplo de estos conflictos, son:
Conflicto entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte. A pesar de los foros ecuménicos, que proporcionan diálogo entre los cristianos en plena Europa, perdura en la actualidad un conflicto con muchos aspectos religiosos. En el Ulster (provincia de la isla de Irlanda) se enfrentan dos grupos: los católicos que quiere la unión con Irlanda y son un 40% de la población, y los protestantes que quieren seguir formando parte del Reino Unido y son el 60%. En el fondo de esto, está el aseguramiento territorial.
El antisemitismo. Hostilidad hacia los judíos como grupo religioso o grupo minoritario, a menudo acompañado de discriminación social, económica y política, es un ejemplo de la combinación de discriminación religiosa y racismo. Detrás de esta discriminación, está la creencia actual de que los judíos pueden llegar a controlar el sistema financiero global y los medios de comunicación.
Intolerancia y discriminación contra los musulmanes (Islamofobia). El miedo y el odio al Islam después de la “Guerra contra el terror”, ha dado lugar a la discriminación hacia el pueblo musulmán o a las personas relacionadas con esta creencia. Por la percepción de esta religión, asociada con el terrorismo, el extremismo religioso, la intolerancia y los estereotipos, se ha dado lugar a profundos prejuicios que conllevan a abusos verbales, acoso psicológico, ataques violentos a las mezquitas y a las mujeres que llevan velos. La guerra contra el terrorismo es una campaña de los EEUU, apoyada por varios miembros de la OTAN, por petición de Irak, a causa del conflicto que vivía con el estado Islámico y con el supuesto de proteger a las minorías cristinas y yazidis.