27 de Septiembre – Consumación de la Independencia de México
El 27 de septiembre de 1821, el ejército Trigarante, en conjunto con Agustín de Iturbide, entró a la Ciudad de México proclamando la conclusión de la guerra por la independencia de México. Pasaron 11 años y 11 días para que los mexicanos pudieran salir a las calles a celebrar este esperado día.
Pero, ¿qué tuvo que suceder para que pudiera llegar el anhelado momento? Se requirió de múltiples negociaciones, acuerdos y una lucha constante; por ejemplo, la firma del Plan de Iguala, el Abrazo de Acatempan y el soporte del pueblo mexicano.
La guerra trajo consigo incertidumbre sobre la estabilidad física, anímica y social de todos los mexicanos. Esto sin duda puso a todos en un estado de alerta constante, cambiando al mismo tiempo las dinámicas que cada familia mexicana llevaba en su día a día. La entrada del ejército Trigarante no sólo dio fin a la guerra, también brindó certeza, estabilidad y nuevas formas de relacionarse.
Al igual que en la Independencia, los seres humanos vamos en el día a día haciendo acuerdos, negociaciones y luchas para encontrar momentos y/o situaciones que nos hacen sentir seguros en lo que hacemos. Detengámonos un momento para pensar y reflexionar en aquellos momentos en los que la incertidumbre nos hizo sentir que tambaleábamos; pero que tras una negociación o un acuerdo, seguimos y encontramos estabilidad.
La incertidumbre la vamos a encontrar siempre pero, podemos aprender de ella, sacar nuestras mejores armas y dar frente a las situaciones. Tal y como lo hizo el pueblo mexicano, para un día celebrar la consumación de la guerra por la Independencia.
Así que este 27 de septiembre celebremos desde nuestros espacios el bicentenario de la consumación de la independencia de nuestro país y, al mismo tiempo, pensemos en las certezas con las que contamos hoy en día.