![Cine mexicano](https://psiqueycultura.org/wp-content/uploads/psique-y-cultura-dia-cine-mexicano-03-1920x1280-c.jpg)
Desde 2018, cada 15 de agosto se celebra el día del Cine Mexicano, cuyo objetivo además de reconocer el aporte cultural que brinda la industria cinematográfica, también promueve estímulos para los creadores del séptimo arte en nuestro país.
¿Por qué conmemorar al cine nacional?
El IMCINE y la UNAM pretenden que el cine mexicano sea mejor difundido, preservar el acervo de materiales y volverlos más accesibles para así llegar al mayor público posible y lograr que el cine sea visto como una forma de expresión que da identidad y no sólo entretenimiento; se pretende también, homenajear a quienes participan en cada faceta, en cada actividad y en cada momento para lograr el resultado de una cinta que además de representar a México, también muestre las riquezas y cultura de los mexicanos.
Desde su época de oro, el cine mexicano nos ha permitido identificarnos y reconocernos, entrar a un mundo abundante de obsesiones, deseos, miedos; ha logrado trascender, entre claroscuros se ha permitido impactar en cada parte de la sociedad, que se ve reflejada en personajes e historias. Una imagen vale más que mil palabras, y el cine es una mirada que provee una perspectiva del mundo, de la humanidad, una mirada que puede cautivar o dar paso a reflexionar.
![Cine mexicano](https://psiqueycultura.org/wp-content/uploads/psique-y-cultura-dia-cine-mexicano-02-1920x1280-c.jpg)
Los creadores han expresado que actualmente existe una problemática en el cine de nuestro país, principalmente en el consumo, pues pareciera que la gente no se encuentra interesada o motivada en ver películas mexicanas, sobre todo el cine de arte, ya que los mayores ingresos se reflejan más en cintas comerciales. El cine mexicano contemporáneo en sus facetas de arte e independientes no ha sido apoyado tanto como el comercial, por lo que su distribución y promoción son limitadas, de tal forma que no llegan al público para su exhibición y cuando logran colocarse en una sala, las campañas para promoverlas son pobres, pues las casas productoras se notan desconfiadas y no quieren tomar el riesgo de apostar por producciones que no involucren actores de moda o temáticas que ya se probaron y fueron exitosas, minimizando pérdidas de dinero, lamentablemente con esto también limitan el desarrollo de nuevas ideas.
Sin embargo, hay una esperanza de que esto pueda cambiar y es que hay gente que está preparada y que tiene el deseo de continuar creando historias de calidad, cineastas con el talento necesario para trascender en festivales nacionales e internacionales, obtener reconocimiento y mostrar al mundo lo que México posee.