El 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna
Con el propósito de conmemorar y reconocer, este día, 21 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna con el objetivo de preservar y proteger todos los idiomas y dialectos que se hablan en el mundo. En México, esta iniciativa es de gran importancia, ya que nuestro país cuenta con 60 lenguas originarias y más de 300 variantes.
¿Qué es la lengua materna? Es el primer idioma que escucha y adquiere una persona cuando nace y que después forma parte de su vida como un instrumento de comunicación.
Actualmente hay una notable preocupación por organizaciones como la UNESCO y la ONU por la pérdida o desaparición de las lenguas nativas y como consecuencia la extinción de todo un patrimonio cultural. No solo tendríamos que preocuparnos –y mucho- por esta situación, sino que también es importante recordar que la lengua materna representa una identificación psíquica, social y un arraigo generacional.
La adquisición de una lengua conlleva la construcción mental de una representación del mundo compartido socialmente, así como la construcción de la propia identidad. La lengua materna da forma al desarrollo de nuestro pensamiento, pues inicialmente establecemos los primeros contactos sociales en el hogar y después, a lo largo de nuestra vida, la lengua da cuenta de nuestro origen.
Ferdinand de Saussure menciona que el lenguaje es la facultad propia del hombre y la lengua un producto social de esa facultad en una comunidad determinada. En su parte social, es decir, en la parte exterior del individuo, la lengua materna está definida como un lazo social.
La lengua es considerada como un “tesoro” de la práctica del habla que es transmitida por esa lengua materna y que deposita ese tesoro a sus hablantes. Lacan (1960) lo evocará como el “tesoro de los significantes”.
El psicoanalista francés afirma que es un tesoro que está dado por ese lenguaje pues da estructura al aparato psíquico. Esta idea se condensa en el aforismo: “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”
A través del lenguaje, de la transmisión de la lengua materna, se establecen las diferencias entre las culturas, pero al mismo tiempo, aquello que es común a todas ellas, subyace y permanece constante pues es de corte inconsciente en la medida en que se encuentran ahí los mecanismos y leyes que gobiernan el orden simbólico sin mostrarse de manera explícita.
Esos mecanismos se distinguen de los relativos al habla, es decir, a un ámbito del lenguaje que trata de las palabras, de un idioma que pueden ser aprendido, y que conduce a lo que llamamos semántica cultural. Este concepto se refiere al sentido que se les da a las voces que se emplean para definir algo: una experiencia, un objeto, un sentimiento, etcétera. El habla da cuenta de distintos códigos y sistemas que dependen de la matriz cultural.
Entre las diferencias de cada expresión humana, vemos que siempre existirá una singularidad cultural, generadora de un estilo, de hábitos, de idiomas, que van cambiando a lo largo de los años y al mismo tiempo algo perdura. No existen caracteres culturales homogéneos al interior de una sociedad, ya que se presentan diferencias que caracterizan a los distintos sectores de clase, diferencias también en el género y en otros ámbitos como los generacionales.
Cada una de las culturas tiene su propio sistema de códigos, sus criterios morales, su “sentido común” y sus maneras corteses, mismas diferencias que las lleva a construir una identidad con la que fijará lo propio y lo ajeno.
Por lo tanto, preservar la lengua materna es fundamental, en tanto es un estructurante del aparato psíquico, pero también como elemento esencial para la preservación de la herencia común de la humanidad. Con la muerte de las lenguas, los pueblos indígenas que las hablan pierden una parte sustantiva de su identidad.
cuac tlahtolli ye miqui / Cuando muere una lengua
Ihcuac tlahtolli ye miqui,
cemihcac motzacuah
nohuian altepepan
in tlanexiollotl, in quixohuayan.
in ye tlamahuizolo
occetica
in mochi mani ihuan yoli in tlalticpac.
Cuando muere una lengua
entonces se cierra
a todos los pueblos del mundo
una ventana, una puerta,
un asomarse
de modo distinto
a cuanto es ser y vida en la tierra.
Miguel León-Portilla