Día internacional contra el suicidio: El suicidio en adolescentes
Cada día llega a la consulta uno o dos adolescentes que presentan ideas suicidas , o bien o han intentado o se están lastimando. En un acto de jugar con la presencia de la muerte, como si la provocaran. De alguna manera a entrado en su discurso psíquico esta posibilidad. Para ellos es una fugaz atracción a experimentar por ese andar que los liberaría del sufrimiento de su existencia.
Al escucharlos con frases como :
“no me interesa salir”
“ya todo se acabo”
“no logro adaptarme a las clases”.
“”no tengo amigos”.
“se ríen de mi cuerpo”
“que hago, no me escuchan”
“no se si quiero seguir estudiando”
O bien;
“solo espero que llegue el día para dejar de existir”.
Para algunos adolescentes el vivir encerrados como consecuencia de la pandemia fue perder una parte importante del proceso de su crecimiento, de adquirir habilidades sociales para su adaptación en sus transiciones de vida, algunos manifiestan miedo, otros apatía, desinterés. La idea de la muerte los lleva a pensar que es una opción para no tener que enfrentar a salir del encierro. Tener que pensar en su futuro, en relacionarse con otros, a las exigencias de los adultos, a tener que cumplir con las exigencias que se espera de ellos. Tal vez se confrontan con lo real y lo difícil que es soportar la realidad. En la adolescencia se presentan por un lado “el fantasma del suicidio que es inevitable en la adolescencia, es imaginario y neutral, pero lo patológico es el deseo de lograr la muerte a toda costa”. cada vez mas se escucha este deseo de muerte ha dejado de ser un fantasma.
En esa realidad hay una “hiper” exigencias para ser exitosos, lo cual fragmenta, rompe o los ha dejado carentes de su tiempo de explorar, curiosear, aburrirse y hasta de poder fracasar.
Las lágrimas no pueden dejar de mezclarse con la sonrisa de la hospitalidad. De algún modo la muerte forma parte de ello
Jacques Derrida