
La película abre con la protagonista, Elyse (Lisa Pepper) mientras atraviesa la habitación de una casa elegante y moderna, sin embargo esos elementos no son suficientes para que ella sea feliz, o por lo menos emocionalmente estable.
Elyse sufre de constantes episodios que le hacen perder los estribos, comportándose de forma celosa, posesiva y agresiva con su esposo Steven (Aaron Tucker) quien cansado de las acusaciones y cambios de humor de Elyse, decide recomendarle que vea a un reconocido psiquiatra (Anthony Hopkins).
Después de un evento social estresante para Elyse, cae en un estado catatónico, el cual la conduce a internarse en un hospital estatal en un estado catatónico severo, según el diagnóstico del psiquiatra.
Esta trama nos deja ver la frivolidad de los vínculos cercanos, la normalización del sufrimiento, los duelos no elaborados y con ello definitivamente la aparición del síntoma dejando todo el lenguaje a el cuerpo mientras la mente se fragmenta para lidiar con los embates de la vida, recurriendo a lo más primario de los recursos emocionales.
Por ello, se hace oportuno decir que cuando no nos comunicamos, implícitamente asumimos que no seremos escuchados, que no contamos con las estrategias para hacernos entender o que directamente seremos rechazados.
Muchas de las personas no expresan su malestar porque no encuentran las palabras para ello o, simplemente, se les ha enseñado que de hacerlo “quedarán expuestos”., pero el dolor se intensifica, ese dolor que se concibe por dentro.
Un día nos sentimos paralizados. Nos preguntamos de dónde surge tanto malestar y por qué el cuerpo no da motivos claros que lo expliquen. Los motivos están en la mente, pero están anestesiados.

Justo así, es como lo presenta la protagonista de la historia que nos ocupa, anestesiada, paralizada, detenida en tiempo y espacio, pero inmensamente sufriente.
Decía Sigmund Freud…
“Las emociones reprimidas nunca mueren, están enterradas vivas y saldrán a la luz de la peor manera”
Seguramente así le sucedió a Elyse. Este filme ofrece otros matices dignos de ser considerados, como la aplicación de la terapia electroconvulsiva en trastornos mentales como la catatonía, el abandono y/o indiferencia de los familiares, la psicoterapia como un aliado en este padecimiento, los vínculos afectivos, los duelos, entre otros tópicos que hacen de esta película una oportunidad ilustrativa en materia de salud mental.
Ficha técnica
Título original:
Elyse
Año:
2020
País:
Estados Unidos
Dirección:
Stella Hopkins
Reparto:
Anthony Hopkins, Lisa Papper, Aaron Tucker.
Género:
Drama