Día internacional contra el suicidio: Ideación suicida
El suicidio es, sin duda un comportamiento complejo producto de una multiplicidad de factores, sin embargo, representa el punto culminante y fatal en la vida de muchas personas.
El considerar al suicidio como un fenómeno multifactorial, ha permitido la evolución de teorías fatalistas y deterministas hacia la construcción teórica de modelos explicativos psicosociales que permitan evaluar desde diversos contextos y dimensiones los elementos que inciden directa e indirectamente en el suicidio, como parte de esos elementos evocaremos a la “ideación suicida”.
Existen diversas concepciones en torno a la “ideación suicida”, pero basta con decir que es una etapa de vital importancia como componente predictor del suicidio consumado, que involucra pensamientos intrusivos y repetitivos sobre la muerte auto infringida, sobre las formas deseadas de morir y sobre los objetos, circunstancias y condiciones en que se propone morir.
Por lo anterior, es importante estudiar, analizar, observar y comprender a los pacientes que cursan por esta etapa.
Algunos autores han señalado cinco etapas aclarando que no necesariamente tienen que ser secuenciales, ni precisas, ni exactas, meramente son posturales.
1) Ideación suicida pasiva,
2) Contemplación activa del propio suicidio,
3) Planeación y preparación,
4) Ejecución del intento suicida, y
5) El suicidio consumado.
Independientemente de estas pautas teóricas, acoto que como parte del personal de salud mental y desde ese lugar exhorto a la empatía, a la atenta escucha, a la observación, a lo que se dice cuando no se dice, a la palabra como una herramienta valorada de liberación, y en consecuencia a la vida como una iniciativa para ser y estar en ella en el respeto máximo de la esencia de cada ser humano, pero reitero, la vida como un lugar de posibilidades.
Hago referencia a Sigmund Freud:
“La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz, como son, unas pocas palabras bondadosas”
Con respeto.