El concepto de Superhombre de Nietzsche es quizá uno de los conceptos más importante para toda la cultura occidental, ya que ha servido de inspiración a ideólogos, filósofos, pensadores, escritores y artistas para explorar los límites de lo humano y deconstruir su concepción a pertinencia propia. Por ello el fin que pretende este pequeño ensayo es explorar la concepción del superhombre en Nietzsche, para después analizar algunos ejemplos de lo que ha suscitado dicha noción en la cultura occidental.
Para iniciar podríamos decir que el concepto del superhombre Nietzsche esta atravesado por otros tres conceptos o ideas: a) La muerte de Dios, b) El eterno retorno, y b) La voluntad de poder.
a) La muerte de Dios
La muerte de Dios estaría relacionado con el concepto del superhombre, dado que para Nietzsche este sería el encargado del proyecto de la trasvaloración de todos los valores, y en específico de construir nuevos y diferentes al no estar basados en la metafísica griega (Platón y Aristóteles) y la Lectio (mito del cristianismo), las cuales imperaban en las culturas occidentales privilegiando la debilidad, la pobreza, la pasividad, así como la contemplación, y la razón antes que los actos o el sentido estético.
“El superhombre no se pone el lugar de Dios, sino que, el lugar donde penetra el querer del superhombre es otro dominio, de otra fundamentación, es lo existente en otro ser, en otra relación con lo existente, es la nueva imagen del mundo que crea el superhombre dentro de un espacio dominado por la “voluntad de poder”, que es la nueva energeia de la realidad (Aguilar, 2006: Pp. 218).”
b) El eterno retorno
El eterno retorno sería la comprensión del tiempo del superhombre, en la medida en que este ser es siendo, en acto, y a la vez está en contacto con el devenir, en la medida en que es su propio porvenir, o más bien un eterno retorno hacia sí; y con este se pone de manifiesto el dinamismo del ser y su permanencia en acto, dado que la existencia congelada en la eternidad sería la muerte.
“Montinari se suma a esta interpretación: «El superhombre no es otro que el hombre que está en condiciones de decir sí a la vida tal como ésta es, en eterna repetición. Éste es el vínculo que une las teoría del eterno retorno y el discurso del superhombre» (Ladrón, 2005: Pp. 18)”.
c) La voluntad de Poder
La voluntad de poder sería otro concepto relacionado con el del superhombre en la medida en que esta sería el movimiento del ser influido por el tiempo, en donde va más allá de sí, para después regresar a sí mismo, y poder volver a ir más allá.
“La voluntad de poder se define como una tendencia al incremento y al desarrollo, una «lucha por ser más y mejor». No se trata únicamente de una «voluntad de vivir», como la Voluntad de Schopenhauer, ni de un mero instinto de conservación o supervivencia como el que guía la evolución según Darwin. Nietzsche cree que en todos los seres -en una hiedra que se despliega, en una araña que teje una red, en un ser humano que escribe un libro- late el impulso de crecer y expandirse (Llácer, 2015: Pp.109)”.
Ahora bien, como podemos apreciar en este breve recorrido por los tres conceptos que nos indican los elementos principales en la concepción del superhombre en Nietzsche, y donde resalta la transvaloración, el ser en acto así y como en su devenir, podemos pasar ahora a analizar algunos ejemplos de cómo algunos ideólogos, filósofos, pensadores y escritores se han basado en estas ideas para gestar acontecimientos culturales que renovaron la forma de ver al mundo y el hombre.
Por ello, el ejemplo que podríamos tomar de partida es el del Nacional Socialismo, ya que quizá fue el primer momento donde la noción de superhombre comenzó a tener un alto impacto, aunque fuese de manera negativa ya que su hermana Elizabeth Forster-Nietzsche la impulso para justificar una posición de antisemitismo y que buscaba una exaltación nacionalista, cuestión que después se vio reforzada por la búsqueda de los mitos nórdico-germánicos, y en un extenso rechazo hacia la metafísica latina; y con ello la concepción del superhombre quedo enmarcada en elementos como la dominación, la destrucción de valores y la imposición de la voluntad.
“Detwiler señala que aspectos importantes como su discurso sobre la raza de señores y el superhombre, su elogio de la guerra y la destrucción, su tendencia a destacar el valor positivo de la crueldad, su inmoralismo y su denigración de la compasión y del racionalismo pudieron generar ciertas asociaciones políticas que en última instancia permiten mantener una relativa afinidad intelectual del nacionalsocialismo con Nietzsche (Navarrete, R., & Zazo, E., 2015: Pp. 92)”.
Pero, por otro lado, el escritor Hermann Hesse hará referencia a la noción del superhombre de Nietzsche en su novela Lobo Estepario, donde el personaje Harry Haller reflejará los valores y nociones que su versión del superhombre debe tener, como la de ser en acto (siendo esta una oposición a la concepción de personalidad), sus conflictos internos que los pulen en su movimiento de afirmación ante el devenir, así su sentido de libertad y su apego a la soledad.
“En “El lobo estepario”, Hermann Hesse nos introduce al […] enfrentamiento de la racionalidad Socrática, fría, calculadora, que todo lo busca explicar y analizar a través de complejas teorías y fórmulas, para llegar a respuestas universalmente válidas e irreprochables, pero esto mismo provoca que el hombre pierda la perspectiva de la vitalidad instintiva de su existencia, dejando de lado un polo esencial que es lo dionisiaco, como elemento despertador de las fuerzas internas del “ethos” humano, esa energía vital, loca y ditirámbica, que esta inmersa en la tragedia griega, que solo se puede expresar a través de lo poéticamente lúdico, esa risa que despierta al super – hombre cuando toma conciencia de que “Dios ha muerto” y el hombre por fin se libera de las ataduras de la moralidad decadente socrática – cristiana. Esto es lo que desea despertar el “loco de atar” de Nietzsche, vitalidad que nuestro filosofo aprendió de “La voluntad como principio del mundo” de Shoppenahuer (UN ACERCAMIENTO AL LOBO ESTEPARIO: ENSAYO SOBRE EL HUMOR, 2017)”.
Ahora bien, el siguiente ejemplo que valdría la pena resaltar es el campo que posibilitó la idea del superhombre en el filósofo Michell Foucault, ya que si bien la genealogía de este fue de gran influencia para pulir un método que busca el fundamento de los acontecimientos del saber en periodos históricos determinado, la noción del superhombre influyó en el filósofo en la medida que le plantea los dilemas de la subjetividad latentes entre la metafísica, y la determinación de lo finito y lo infinito.
“Existe para Foucault, una relación de coexistencia entre la finitud y la infinitud, de manera que no puede pensarse a Dios (la Razón, el Estado, el Ser) sin establecer a la vez un lugar de la finitud, ni interrogarse sobre el ser del hombre sin suponer la existencia de la infinitud. En esta línea, Foucault considera que Nietzsche constituye una ruptura en este círculo de coimplicancia con las figuras de lo finito y lo infinito. Establece un quiebre de las preocupaciones metafísicas y antropológicas que abre un nuevo espacio de problematización sobre la subjetividad (Gaillour, F., & Diaz, S., 2013: Pp. 129).”
Y, por último, y referente a América Latina podemos considerar el impacto que tuvo el concepto en Vasconcelos, quien de hay se basaría en proponer una concepción del ser en torno a un esteticismo, apoyado en el mestizaje, el cristianismo y la metafísica latina, como se puede apreciar en su propuesta de la raza cósmica.
“La raza cósmica es un proyecto que «aspira a englobar y expresar todo lo humano» (La raza 15). Como explica Diego von Vacano, el proyecto estético de Vasconcelos –base de este tercer estadio de la humanidad– se articula sobre un criterio filosófico de «armonía» entre elementos diferentes (Morales, M. E., 2016)”.
Entonces, retomando los ejemplos anteriores podemos apreciar cómo es que la propuesta del concepto del superhombre de Nietzsche parece operar más bien como método, para poder crear nuevas concepciones ontológicas, ya que posibilita una transvaloración, una concepción pragmática y estética del ser, pero que contempla el movimiento del devenir para afirmarse, así como la vitalidad y el juego. Ahora bien, los contrastes de las propuestas aquí analizadas reflejan grandes discrepancias, ya que una enfatiza la dominación y destrucción, otra la libertad así como el ser en acto, otra las problemáticas del ser expuestas desnudas sin la metafísica, y la última una propuesta de unificación estética universal. Pero, a pesar de sus diferencias, las cuatro, poseen la voluntad de intentar replantear las nociones ontológicas del ser humano y su relación con el mundo, y con ello buscar el acontecimiento práctico, estético e interpretativo en torno a lo que creen necesario para su tiempo y contexto.
Bibliografía
- Aguilar, R. G. (2006). LA FRASE DE NIETZSCHE» DIOS HA MUERTO» SEGÚN MARTÍN HEIDEGGER. InterSedes: Revista de las Sedes Regionales, 7(12), 213-221.
- Ladrón, S. L. (2005). Nietzsche, el Superhombre y el Eterno retorno.
- Llácer, T. (2015). El superhombre y la voluntad de poder. España: Bonalletra, SL.
- Navarrete, R., & Zazo, E. (2015). De herencias manipuladas y de recepciones perversas: Nietzsche y el nacionalsocialismo. De herencias manipuladas y de recepciones perversas: Nietzsche y el nacionalsocialismo, 83-96.
- (2017). UN ACERCAMIENTO AL LOBO ESTEPARIO: ENSAYO SOBRE EL HUMOR. Recuperado de Disputas Quodlibetales: UN ACERCAMIENTO AL LOBO ESTEPARIO : ENSAYO SOBRE EL HUMOR
- Gaillour, F., & Diaz, S. (2013, October). Estilos Nietzscheanos sobre el Eterno Retorno y el Superhombre. Aproximaciones desde Klossowski, Foucault y Deleuze. In Congreso Nacional de Estudiantes y Graduados en Filosofía. La Filosofía en su contemporaneidad.
- Morales, M. E. (2016). Notas en torno a la enunciación de José Vasconcelos en La raza cósmica. Revista chilena de literatura, (93), 167-192.
Análisis: