La sonrisa es uno de los reflejos simples más valorados en la sociedad contemporánea.

La risa y la sonrisa han sido consideradas a través de la historia como una manifestación, expresión en la cara de un sujeto, que se forma a partir de movimiento de los músculos que rodean los ojos y la boca. En general se entiende que la sonrisa es una respuesta natural (biológica) a un estímulo, o sea que es innata. Las personas no aprenden a sonreír ni lo hacen por imitación, sino que la sonrisa surge de forma espontánea.
Es importante destacar que la sonrisa es una facultad exclusiva de los seres humanos. Expresiones similares en los animales no reflejan lo mismo, por el contrario, cuando un perro mueve sus labios y exhibe sus dientes significa que está a punto de atacar o en estado de alerta.
No todas las sonrisas son iguales, algunas son amplias y honestas, otras son demasiado sarcásticas. Combinando nuestra mímica y los gestos, una sonrisa puede ser un claro mensaje que las personas pueden aprender a leer. Esto significa, que el contexto es muy importante para poder descifrar lo que la otra persona nos quiere decir con su sonrisa.

Existe la sonrisa llamada DUCHENNE, este tipo de sonrisa proviene del nombre de un científico francés llamado Guillaume Dúchenme que escribió sobre ella y la reconoció como veraz; cuando la usamos, no solo sonreímos con nuestros labios, sino también con nuestros ojos y la cara.
De los 19 tipos de sonrisas –reflejados en un estudio de la Universidad de San Francisco, en California, Estados Unidos- solo 6 ocurren cuando estamos pasando por un buen momento. El resto ocurre cuando sentimos dolor, vergüenza , incomodidad, horror o cuando estamos tristes.