Psique y Cultura recomienda: Las intermitencias de la muerte
En este texto, Saramago nos invita a reflexionar acerca de la compleja relación de los seres humanos con su finitud. La muerte, desde el Psicoanálisis, no es sólo un evento biológico sino una complejidad de aspectos que involucran elementos psíquicos, emocionales y simbólicos, lo cual, le da un papel fundamental para brindar sentido a la vida misma. El miedo a nuestra muerte nos empuja a desear la inmortalidad como lo vemos en esta obra.
El autor relata la historia de un país, donde cierto día, sin ningún motivo aparente, las personas dejan de morir. Si bien, por un lado, muchos de los individuos festejan la ausencia de óbitos, por otro lado, se experimenta temor, incertidumbre, búsqueda de nuevos sentidos. La gente no muere, pero sigue enfermando, envejeciendo, teniendo dolor y se quejan por no morir.
En el primer momento que ocurre este cambio, la dicha inunda a todos los ciudadanos, quienes orgullosos de ser la única nación en donde ocurre este fenómeno, exaltan su compromiso patriótico poniendo banderas, depositando en el gobierno la causa de este enorme acontecimiento. La población se siente aliviada de no morir, ya lo había mencionado Freud la muerte propia no se puede concebir, en el inconsciente todos estamos convencido de nuestra inmortalidad y por lo tanto hay un fuerte deseo de ésta.
Frente a la ausencia de defunciones, los hospitales, los asilos de ancianos, las funerarias, las compañías de seguros y la iglesia tienen un terrible impacto, pues tienen que transformar las estructuras y políticas de su ramo: por ejemplo, para que las funerarias no quiebren se aprueba una ley en dónde será obligatorio el entierro de las mascotas y deben realizarlo en las funerarias.
En esta línea, la iglesia es el sector en la que más repercutió la falta de la muerte, pues la vida eterna y la resurrección es uno de los pilares en donde se rige su poder, por lo tanto, sin muerte se pone en riesgo la existencia de esta institución. Incluso los mismos filósofos explican que necesitan de la muerte misma para poder hacer filosofía.
Como siempre, el deseo del ser humano es metonímico, inalcanzable, por lo que la algarabía de la eternidad no dura mucho y frente a los nuevos deseos y crisis, surge la “maphia” para dar una muerte asistida a las personas que lo solicitan, sacándola del territorio para que puedan terminar su vida. La muerte en este momento toma un nuevo sentido, la muerte se vuelve un símbolo: uno de humanidad. Lacan menciona que el primer símbolo en donde reconocemos los vestigios de la humanidad es en la sepultura.
La segunda parte del libro, nos muestra que, tras la imposibilidad de la representación de la muerte, las personas buscan a toda costa, ponerle un rostro, voz, reflexión, pues anuncia a todos la nueva manera en que regresa a su operación, dando ahora, una oportunidad a los seres humanos de ser notificados de su deceso con anticipación para que puedan resolver sus asuntos pendientes. Un inesperado acontecimiento detiene este nuevo modo de operar y dirige a la muerte a una nueva experiencia que la humaniza.
Es un texto cautivador que nos hace pensar, cómo a través de la muerte es que podemos trascender o volvernos eternos, por medio del amor y preservación de nosotros vivos en los otros.
Saramago, Jose (2005) Las intermitencias de la muerte. Alfaguara: México.