Psique y Cine: Maestro

La cotidianidad es ese manto, a veces protector, a veces ultrajante, que abraza cada ámbito de nuestras vidas. De los muchos puntos de contacto con el exterior, el arte es una expresión omnipresente. Prácticamente sin interrupción, observamos imágenes y percibimos sonidos que habitan nuestras horas y que, inconscientemente, van moldeando nuestro ser en el mundo. En ocasiones, a través de esa maraña de sonidos y colores, se nos presenta nítidamente una melodía, una poesía, un metáfora, un pintura, una fotografía o un grafiti en la calle, que se convierten, al decir de Christopher Bollas, en objetos evocativos que tienen la capacidad de transformarnos psíquicamente. Quizás a veces nos detenemos para preguntarnos lo que hay detrás de esos símbolos culturales y observamos con detenimiento tanto al artista como al proceso creativo que nos permite vislumbrar esos objetos venidos desde los reinos de la imaginación.
Así, mediante el filme “Maestro” (Bradley Cooper, 2023) nos asomamos a la intensa, gozosa y muchas veces sufriente relación matrimonial que desde 1951 hasta 1978 unió al músico y director de orquesta estadounidense Leonard Bernstein con su esposa, la actriz chilena nacida en Costa Rica Felicia Montealegre con quien procreó a su hijo Alexander y a sus hijas Jamie y Nina. La homosexualidad del polifacético músico, ícono del arte por su labor como director de orquesta y de compositor de la música de la conocida “West Side Story”, así como de sinfonías y óperas además de su labor educativa en el campo musical, es conocida y aceptada desde el principio por su mujer pero termina por desencadenar una tormenta de pasiones que lleva al rompimiento en 1976 debido a la poca discreta relación que Leonard tenía con un hombre, Pero esa vorágine también desemboca en la enfermedad y muerte de Felicia en 1978 y a la etapa final de Bernstein asediado por los fantasmas de la depresión, frustración y quizás, por sentimientos de culpa y arrepentimiento.
Finalmente, una enfermedad cardiaca, acelerada por su eterna adicción al tabaco causa su muerte el 14 de octubre de 1990.
Esta típica y un tanto edulcorada historia estadounidense de idealización y realización a pesar de las adversidades, puede ser vista como una puerta de entrada al estudio de los estados psíquicos y emocionales que rodean los procesos creativos de los grandes genios, pero también una reflexión acerca de la complejo y contradictorio de la vida humana. Más allá del interés que teórica y clínicamente podría despertar su bisexualidad, altamente censurada en la época en la que se desarrolla la película, es decir, los años 50 y 60 en los Estados Unidos, podemos ver en Leonard Bernstein una personalidad que, como diría Melanie Klein, se caracteriza por su carácter voraz, omniabarcante, e insaciable en sus búsquedas estéticas e instintivas, energético y apasionado (alguien dijo de él: “nunca hace nada con moderación”). Pero la suya es una individualidad en la que pueden ponerse a prueba algunos los conceptos propios del psicoanálisis relacional como los propuestos por Christopher Bollas en el marco del psicoanálisis relacional.

Bollas, tomando como base la idea de Winnicott de que verdadero self es ese gesto espontáneo y la idea personal de cada individuo que viene de lo vívido del cuerpo, desarrolla en sus libro “Fuerzas del Destino” el concepto de “idioma”, es decir eso “que permite aislar una unidad de significado como la ubicación de un significante, algo más cercano al movimiento de la música sinfónica. (…) Cada persona es única y el verdadero self es un idioma de organización que busca su mundo personal (…) la modelación de la vida es como una estética: una forma revelada a través de la manera de ser de cada uno”. La vida de Bernstein es la permanente búsqueda de su lugar en el mundo a través de la creatividad dejando de lado las opiniones de los demás a pesar de que sea un proceso doloroso y desafiante, pero cuya finalidad es la autenticidad y su lugar en el mundo.
En ese marco, Bollas propone que la idea de Fate (lo que le sucede a una persona o cosa, especialmente algo final o negativo tal como la muerte o la derrota según la definición del Cambridge Dictionary) está vinculado al falso self y a una vida reactiva y que es muy diferente de Destiny que para Bollas es el cumplimiento del potencial interior, es decir, el uso natural del verdadero self a través de los muchos tipos de relaciones objetales. El impulso del Destiny emerge (si lo hace) desde la experiencia que el infante tiene de la facilitación por parte de la madre. Esto conduce a la noción de que conforme avanzamos por la vida, nuestro “idioma” continúa siendo articulado a través de nuestra elección y uso de objetos. Sin duda, la vida intensa y altamente llena de experimentos con objetos (personas, ideas, imágenes, lugares) hizo de la vida de Leonard Bernstein un ejemplo de lucha permanente para cumplir con lo que él mismo buscó hacer de su vida: un artista excepcional, cosa que logró, como vemos en el filme, pero no sin grandes penas y sufrimientos. Bernstein se acercó al psicoanálisis en varias etapas de su vida y como un ejemplo de su exploración interior se sabe que en una ocasión al pedírsele que mencionara su profesión en un formato, anotó: ¿?
La película cuenta con la dirección y actuación de Bradley Cooper quien, con la bendición de Steven Spielberg y el apoyo de Martin Scorsese despliega su talento con un tema complejo y controversial. De las múltiples facetas de la vida de Bernstein, elige la accidentada y compleja vida matrimonial. Ella, una actriz de talento deja de lado sus ambiciones artísticas y se dedica a ser el apoyo de un hombre torrencial que nunca deja de lado sus afectos familiares y su amor y deseo por personas de ambos sexos. Felicia se convierte en su soporte existencial desde el momento en que acepta sus inclinaciones sexuales, pero como sabemos las cosas llegan demasiado lejos cuando Leonard deja la vida familiar para ir a vivir con su amante. Las actuaciones, el guión, la escenografía y obviamente, la música incidental son un despliegue de alta calidad que sin embargo no estuvieron exentas de las críticas durante el rodaje, como, por ejemplo, las descalificaciones que hicieron algunas organizaciones judías de la enorme nariz que forma parte del maquillaje de Bradley. Por cierto, los herederos de Bernstein descalificaron esas y otras observaciones y dieron su visto bueno a la película.
Psique y arte; acción y emoción; intensidad y sufrimiento; amor y amistad conyugales; pérdida y dolor; creatividad y fracaso. son ejes a través de los cuales, podemos ver este filme como un ejemplo no solo de la vida de grandes personalidades, sino también como una invitación a ver nuestras vidas y las de nuestros pacientes desde la perspectiva del psicoanálisis relacional.
Una nota final: Leonard Bernstein muere pocos días después de haber dirigido un concierto en la localidad de Tanglewood, Massachusetts como celebración de su primera aparición en ese lugar cincuenta años atrás. Un ataque cardiaco lo lleva a la muerte a los 72 años, a la misma edad y por el mismo mal que su padre. ¿Destiny? ¿Fate?
Referencias:
Christopher Bollas: A Reader. Routledge, 2011
The Leonard Bernstein Letters. Nigel Simeone, ed. Yale University Press, 2013
Leonard Bernstein. A life. Meryle Secrest. Bloomsbury Publishing. 1995.
Ficha técnica
Título original:
Maestro
Año:
2023
País:
Estados Unidos
Dirección:
Bradley Cooper
Reparto:
Bradley Cooper, Kerry Mulligan, Matt Bomer, Maya Hawke y Sarah Silverman
Género:
Biografía épica