Psique y Salud: sobrepeso
Las quemaduras son un trauma prevenible, que compromete piel y tejidos, producida generalmente por la acción de agentes de tipo físicos:
Quemaduras térmicas: por líquidos u objetos calientes, llamas o vapor.
Quemaduras eléctricas: por fogonazo, arco voltaico o eléctricas. Su intensidad depende de la
resistencia del tejido y del voltaje (bajo <1.000 V).
Quemaduras por radiación: por contacto con luz ultravioleta o radiación nuclear, la víctima puede sufrir quemaduras por radiación.
Quemaduras por frío: generalmente, temperaturas por debajo de los 0 grados y, con más frecuencia, en zonas acras. La lesión se produce por la cristalización extra e intracelular y la disminución del flujo vascular. Puede asociar hipotermia.
Quemaduras por fricción: asocian un componente mixto, abrasión y quemadura por calor; por ejemplo: lesiones de áreas expuesta en gimnasios.
Quemaduras por inhalación: podemos encontrar lesiones térmicas por: llamas, humo o vapor, lesión química pulmonar por tóxicos inhalados o CO.
Agentes químicos:
Quemaduras químicas: producidas por sustancias ácidas (necrosis licuefactiva) o básicas (necrosis coagulativa). La gravedad, en estos casos, depende de la concentración y el tiempo de exposición.
Agentes biológicos:
Seres vivos: como puede ser el caso de: arañas, medusas, peces eléctricos o incluso de origen vegetal, como las resinas.
Las principales causas de quemaduras son líquidos calientes, el sitio más común donde ocurren es en el hogar, la mayoría pueden ser prevenibles.
Las quemaduras pueden afectar superficialmente la piel y tejidos o abarcar un área más extensa destruyendo y causando daños en la piel que pueden provocar la pérdida de calor, pérdida de propiedades de barrera protectoras contra agentes infecciosos y pérdida de líquidos.
Se pueden clasificar según su extensión, profundidad y localización (algunas quemaduras por la región anatómica que afectan conllevan mayor gravedad por su connotación estética y/o funcional como: cara, cuello, manos y pies, zonas de flexión (articulaciones), genitales y periné, mamas. La piel de los niños es hasta 15 veces más fina que la de los adultos; por ese motivo, se quema a temperaturas más bajas y alcanza mayor profundidad.
En caso de quemadura lo primero que debemos hacer es retirar la fuente de calor, hay que retirar de inmediato la ropa que cubra el área de la quemadura en medida de lo posible (ya que retiene calor, inclusive en quemaduras por líquidos calientes), posteriormente debemos enfriar la quemadura con agua corriente a temperatura ambiente durante unos 20 minutos (no usar hielo ya que puede
profundizar la quemadura), cubrir la quemadura con una cobertura plástica como egapack o emplaye, evitar cubrir con gasas o vendas, debido a que se pueden adherir a la piel.
En casos de quemaduras por electricidad, desconectar la corriente primero y después separar a la persona de la fuente.
Quemaduras por fuego, cubra a la persona con una manta y haga que se ruede por el piso. Quemaduras químicas (con polvo), cepillar primero el polvo, antes de enfriar la quemadura.
Nunca debes aplicar pomadas o remedios caseros, el área de una quemadura perdió las propiedades de barrera protectoras contra agentes infecciosos, por lo que puedes infectar si aplicas algo que no te hayan recetado posterior a una valoración médica.
Las quemaduras de primer grado no requieren ningún tratamiento tópico específico. Para disminuir el dolor, se pueden emplear cremas hidratantes, de aloe vera y analgesia vía oral.
En caso de quemaduras profundas o extensas es importante asegurarnos que el paciente sea trasladado a una unidad que cuente con atención a pacientes quemados, un hospital general con sala de urgencias debe tener la capacidad de valorar y tratar en estos casos.
Lo más importante siempre será la prevención, te compartimos estas recomendaciones:
- Contar con un extintor en casa, saberlo usar y revisarlo periódicamente. Idealmente también uno pequeño en el automóvil.
- Limitar la temperatura en los grifos de agua caliente. Existen dispositivos especiales para esto.
- Antes de meter a bañar a un bebé o menor comprobar la temperatura de la tina con el codo y no con la mano, ya que esta es menos sensible a altas temperaturas.
- Agitar el agua antes de sumergir al niño, ya que la distribución del calor puede no ser uniforme y estar más caliente en zonas profundas.
- Instalar detectores de humo en las viviendas.
- Instalar protectores de seguridad en las tomas de corriente, así como evitar el uso de alargaderas y conexiones múltiples. Revisiones periódicas de las instalaciones eléctricas y cables.
- Evitar la manipulación de cables, encendedores o fuego en general, frente a los niños por el riesgo de imitación.
- Limitar dispositivos eléctricos en los baños o durante el baño.
- Los niños NO deben estar en la cocina
- Los niños NO deben jugar con bengalas ni cohetes.
- Limitar el acceso de bebés y niños a la cocina y, siempre que permanezcan ahí, será bajo supervisión.
- Evitar tomar bebidas calientes cerca de los niños.
- Evitar dejar la plancha encendida, sin estar en uso.
- Limitar el uso de microondas para calentar mamilas y favorecer el uso de calienta-biberones; así como comprobar siempre la temperatura del líquido en el dorso de la muñeca.
- Evitar usar ropa de poliéster (plástico) cerca de asadores, fogatas o fuentes que generen o despidan chispas encendidas.
Colaboración Eliffantt & Psique y Cultura A.C.
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