Psique y Cine: Soul

Joe Gardner es un pianista y profesor de música, sueña con dedicarse de tiempo completo a ejercer su pasión, el jazz. Él se encuentra en la mediana edad, recibe la noticia de su nombramiento de tiempo completo de profesor de música en la escuela secundaria donde ha estado por contratos temporales. Se podría decir que no es el mejor ejemplo de éxito contemporáneo.
Es cuando un ex alumno: Curly Baker, ahora baterista le llama por teléfono para invitarle a una audición para una banda de jazz, Curly le recuerda, que es gracias a sus clases que él pudo terminar la secundaria y dedicarse a lo que más ama, la música. Joe acude a la audición, la famosa saxofonista líder de la banda, lo acepta y esa noche tocarán en ese club de jazz; es cuando Joe se accidenta y muere de forma súbita.
Joe se encuentra en camino hacia el “gran después” (o la muerte), pero su alma se rehusa y escapa, terminando en un plano diferente que podría ser el “gran antes”, donde se preparan las almas antes de transitar a la Tierra. Ahí conoce a un alma, llamada 22, quien después de varios siglos no ha podido encontrar su «chispa» (y que no quiere hacerlo porque le parece que la vida en la tierra es tonta).
Es aquí donde comienza lo más sustancial de esta película. Joe es asignado como mentor para 22, la misión es inspirar a esta alma a desear vivir, usando su propia vida como ejemplo para el cometido. Esta alma no nacida, ha representado un reto porque ha tenido a grandes personajes como mentores y ninguno ha logrado inspirarla, para de este modo completar su pase. Hasta que llega Joe Gardner, quien desea fervientemente regresar a su vida; hacen un trato, al completar el pase Joe regresa a su vida y 22 se salta ese paso, sin embargo para lograrlo 22 tiene que completar la casilla encontrando su “chispa” (inspiración o deseo).
22 encuentra el entusiasmo de ayudar a su nuevo amigo Joe, quien le dice que lleva mucho tiempo en ese plano y nunca ha visto nada que la haga querer vivir: y luego llegas tu vida es triste y patética y te esfuerzas tanto por volver a ella, ¿por qué? ¡Tengo que ver eso!
Así que lo lleva a un espacio entre lo físico y lo espiritual, cuando los humanos se apasionan con algo sienten que están en otro lugar, están en esa zona. En el mismo lugar, también deambulan las almas perdidas, aquellas que llevaron su pasión a la obsesión. Experimentar esas actividades que apasionan es agradable, pero cuando se obsesionan con eso, se desconectan de la vida, perdiéndose en esa misma zona.
Algo particular sucede cuando entre la pasión y la obsesión se pierde el equilibrio. Es entonces que el exceso nos acerca a lo mortífero, al goce. Jean Luc Nancy lo define como “solitario, una experiencia irreductible al otro (…) una experiencia de aislamiento. No-compartible” (2014, p. 39) es decir, como un exceso que conlleva a una dimensión de destrucción que va hasta la muerte.

En el regreso a la tierra, el alma 22 en el cuerpo se ubica en el cuerpo de Joe y Joe en el cuerpo de un gato, lo que lleva a 22 a ayudar a Joe haciendo lo que él haría en sus actividades cotidianas, en ese breve andar, 22 comienza a descubrir la vida sensorial y los placeres que a través del cuerpo se experimentan, entre ellos un misterio que también le interesa: hablar y escuchar a las personas, una alumna que está tomando clases de trombón, al oír que ella quiere renunciar, se sienta a platicar con ella y escucha su frustración y su pasión por el instrumento; 22 se desconcierta, porque ocurrió un efecto diferente a su primer decir, la alumna se va feliz y confirmando que realmente la hace feliz tocar música. El siguiente momento de 22 es charlando (a través del cuerpo de Joe) con el peluquero, quien al final de ese encuentro le agradece porque pudieron hablar de algo diferente al jazz, hablaron del sentido de la vida, y de la vida del peluquero. Parece que escuchar es algo que 22 descubre por medio del cuerpo y la vida de un hombre que fue inhibiendo su capacidad de experimentar su propia cotidianidad, y quien piensa de sí mismo que es un fracaso.
La experiencia humana es una experiencia del cuerpo. El goce es una de ellas, y como cualquier sensación, es independiente al área de la palabra y del lenguaje. En términos generales, el goce se asocia con la pérdida de un estado de homeostasis, a la noción de mal-estar, de un exceso insoportable más allá del límite del placer. De ahí podemos situar que 22 una vez que experimentó en toda su dimensión la experiencia de placer y goce a través del cuerpo de Joe, que logra encontrar el deseo de vivir; pero el decir de Joe, atravesado por la consigna popular de que se nace ya con un propósito, es que lleva al extremo de frustración a 22, es decir, en la combinación de lenguaje-cuerpo que eso ya tiene sentido para esta “descuerpada” como ella se nombra antes de toda esa singular experiencia.
Es frecuente escuchar en la clínica la falta de tener algo favorito, de una pasión o un don, de algo que ocupe los pensamientos desde el despertar hasta los sueños, que en algunos casos lo formulan como que falta un sentido a la vida, y en otros como si tener la facilidad para inspirarse en una actividad, sea algo para lo que han nacido. Los propósitos, la búsqueda de un objeto, de una pasión, de algo concreto actúa como un señuelo de la búsqueda de lo que se ama, de un propósito para la vida, como algo para lo que se está destinado, como si al nacer ya se trajera el don para realizar en la vida.
Esta ausencia de pasión, deja una sensación de vacío existencial que permite paradójicamente a iniciar actividades que no son concluidas, o mejor conocido como procrastinar, la paradoja se encuentra en que la narrativa del deseo es la de la dificultad y los obstáculos que surgen en el camino, como estar ocupado la mayor parte de su tiempo preparando equipaje para un viaje al que no van a ir.
Sin embargo la vida no está a punto de iniciar cuando por fin se logra algo muy deseado, esto es algo que se dice Joe cuando está a punto de tocar en la banda, “prepárate Joe, tu vida está a punto de iniciar”. Lo que encuentra es que la realización del deseo no es lo que esperaba. Al salir extasiado de una gran noche, Dorothea Williams la saxofonista le cuenta una fábula corta, la historia de un pez. Mismo que también se puede interpretar como: No son los logros académicos, títulos, honores, y reconocimientos sociales, es la experiencia sensorial, la vida normal, lo inefable que hay en ella. Esto deja pensando a nuestro protagonista quien toma la ruta de regreso para saber que ocurrió con 22, a quien encuentra en las almas perdidas.

El psicoanálisis no elogia en absoluto a la productividad, el rendimiento. El trabajo del análisis implica retirar el velo narcisista de la imagen, de la apariencia de éxito que deslumbra y captura, en investigar la posición del sujeto frente a la verdad de su deseo. Es decir, la experiencia analítica apunta a reducir los falsos prejuicios del yo, no se mantiene el culto al rendimiento, sino que hace elogio del fracaso.
El fracaso es un tropiezo necesario en el análisis, no es sino con los fallos, los lapsus, el trastabillar con lo que trabajamos, eventos necesarios para que haya encuentro con la verdad del deseo, es imperioso extraviarse, fracasar, perderse, quien nunca se ha perdido no sabe que es reencontrarse, pero es fundamental la presencia de los otros para que esto ocurra, son necesarios un lazo, pertenencia, el amor para que los tropiezos puedan dar sus frutos, es necesario tolerar las angustias de ese ir y venir. Hablar es la posible mejor ruta para enfrentar el camino de las angustias.
Referencias
Nancy, J.L. et Van Reeth, A. (2014). La jouissance. Paris: Plon.
Ficha técnica
Título original:
Soul
Año:
2020
País:
Estados Unidos
Dirección:
Pete Docter, Kemp Powers
Reparto:
Jamie Foxx, Tina Fey, Graham Norton, Questlove, Phylicia Rashad y Angela Bassett
Género:
Animación, comedia, drama.