Psique y Cine: Claroscuro

Claroscuro (1996) es una película dirigida por Scott Hicks, basada en la biografía del pianista australiano David Helfgott. El director nos muestra, a través de diferentes momentos, la relación que este prodigioso pianista guardó con su padre, Peter Helfgott, quien a su vez le enseñó a tocar el piano.
David Helfgott, desde niño mostró genialidad al tocar este instrumento, nació en el seno de una familia judío-polaca, en donde imperaba la arbitrariedad del padre, quien fue víctima del holocausto. Pero un día, gracias a la novelista Katharine Susannah Prichard, David decide enfrentar a su progenitor y partir de Australia hacia la prestigiosa escuela Royal College of Music, en Londres, bajo la tutela del profesor Cecil Parks.
Al perseguir sus sueños y liberarse de las exigencias paternas, se aseguró un distanciamiento entre ambos, pues por primera vez, “desobedeció” el autoritarismo del padre; quien se esforzó en hacer de David, un virtuoso del piano.
En la infancia de David, el profesor Ben Rosen quedó asombrado de las cualidades del niño en un concurso, y propuso instruirlo musicalmente iniciando con Mozart, pero Peter pidió que iniciaran con el 3°Concierto de Rachmaninoff. Con esto damos cuenta que desde la infancia, el pianista quedó a expensas de los deseos del padre, pues lo sometía a su propio discurso, haciéndolo repetir frases, que hacían de un imperativo categórico: “Soy un niño muy afortunado”, “Nadie te amará como yo”. De esta manera, David es quien deberá materializar las frustraciones del padre, convirtiendoló en el músico que él no pudo ser.
Aunque logra separarse de la familia, habrá de encontrar una y otra vez esa imago paterna que ha introyectado, que lo obliga a obedecer de manera absoluta e incondicional. El sentimiento de culpabilidad invade a David por lo que se repetirá la frase: “Estas castigado, él no lo aprobó” como si el padre le hablará, es una opresión hostigadora que invade los pensamientos de David, son mandatos superyoicos insensatos, compulsiones avasallantes, basta ver cómo toca el piano, cómo fuma, cómo se expresa aceleradamente a través de una serie de ideas, queriendo decir todo a la vez, por lo que redunda las frases como si fueran borbotones.

Durante los ensayos en Londres comienza a dar signos de un conflicto psíquico y después de la extraordinaria ejecución del tercer concierto de Rachmaninoff, se desborda y queda atrapado en una experiencia psicótica, que lo lleva a ser internado en un Hospital Psiquiátrico.
Mas tarde, David parece recuperado y regresa a Australia, pero cuando se comunica con su padre, este rechaza atenderlo, por lo que sus conflictos psíquicos reaparecen y es internando nuevamente en una institución de atención mental.
El sostén que no encontró en su madre, lo habrá de encontrar en otras mujeres, principalmente en su juventud con la novelista Katharine Susannah Prichard, y ya de adulto encontrará a Beryl Alcott, una voluntaria en la institución mental que lo reconoce y decide llevarlo a casa, pero posteriormente, lo alojará en un hotel donde dispone de un piano y la supervisión del encargado, Jim Monogue. Una noche lluviosa llega a un restaurante en donde conoce a Sylvia, una empleada que le habrá de presentar a Gillian, con quien se casa, después de un tiempo vuelve a dar un concierto apoyado por ellas, y tras visitar la tumba de su padre y no sentir nada por este hecho, parece que puede ahora sí dar lugar a algo del orden de su deseo.
Esta cinta nos proporciona otros aspectos a trabajar que se desencadenan como respuesta a los mandatos superyoicos del padre; como la enuresis de David, que Rachel, la madre, le confiesa al profesor Rosen, o cuando el joven defeca en la bañera, como protesta al arrebato del padre que avienta al fuego la carta-invitación a EE.UU., al tiempo que le reprocha a su hijo, que arruinara a la familia, si va a América. Karl Abraham entendió estas respuestas como un mecanismo para descargar impulsos hostiles, ya que el niño considera que sus heces y su orina pueden ser armas poderosas con las cuales atacar a sus padres.
Por último, es de destacar que, esta obra cinematográfica nos acerca a una selección de piezas musicales, como la “Polonesa Heroica” de F. Chopin, la extraordinaria “Rapsodia Húngara” de F. Liszt y el “Concierto para piano No. 3” de S Rajmáninov.

Ficha técnica
Título original:
Shine
Año:
1996
País:
Australia
Dirección:
Scott Hicks
Reparto:
Geoffrey Rush, Noah Taylor, Armin Mueller-Stahl y John Gielgud
Género:
Drama