El año que comencé a masturbarme

Llama la atención que este filme originario de un país altamente desarrollado como es Suecia, mismo que se distingue por sus auroras boreales, abundantes bosques y lagos, con una población, de 10 millones de habitantes, acostumbrada a reciclar, a caminar y disfrutar del silencio en la naturaleza, y donde los derechos entre hombre y mujeres se vislumbran en una paridad evolucionada y de repente no es así.

El año que comencé a masturbarme, refleja los obstáculos que una mujer de 40 años enfrenta al elegir entre una vida exitosa profesional o una vida “exitosa” en pareja y como madre.

¿Lo dicho, parece sorprendente que en una sociedad como la sueca las mujeres se anulen para mantener la vida en pareja y renunciar a sus logros y anhelos para conservar un estatus, parece inverosímil, no lo creen así? Todo ello implica para la protagonista recurrir a la represión como un refugio y como defensa.

Sigmund Freud, señaló a la represión como un proceso mediante el cual una fuerza psíquica se opone a la expresión de un deseo. 

Tal y como se comenta, la actriz necesitaba la liberación de ese deseo, no solo por la palabra sino por medio de la auto-erotización, un modo muy simbólico de acudir al interior, con ello pulsar la vida, el placer, conocer simplemente a Eros, que muchas veces buena falta nos hace.

Para esta reseña la auto-erotización se vincula con el acto masturbatorio como ese derrotero que describe un tipo de sexualidad que se orienta al cuerpo propio, prescindiendo de un objeto externo.

Efectivamente, justo eso deja ver esta película, asumir el cuerpo, liberar al cuerpo, escuchar al cuerpo en sintonía con la mente para que la vida se experimente desde un lugar consciente, satisfactorio, sin duda con mayor bienestar.

Podemos ver que la insatisfacción, la culpa, la desigualdad, y los problemas de índole emocional acontecen en cualquier entorno, como dice el dicho popular: Sucede hasta en las “mejores” familias, en consecuencia, jamás es tarde para explorar la cadencia del cuerpo y manifestar nuestros vitales deseos.

Reseña: