Psique y Cultura recomienda: El extranjero
“El extranjero”, la obra de Albert Camus, nos habla de Meursault, un hombre aparentemente normal: trabaja, va a la playa, sale con una mujer, fuma, toma café con leche, aparentemente es normal; pero es alguien que no llora por la muerte de su madre. Esta descripción de no llorar en el funeral de su madre es el comienzo del texto, Meursault no siente nada porque no significa nada.
Camus en esta obra, nos muestra de forma sensible y clara el absurdo de una vida no apreciada por quién la vive, una consecuencia nihilista de estar en la vida sin realmente estar, sin pensar. ¿Cuántas veces no somos nosotros extranjeros de nosotros mismos?
Todo es así con este personaje, todo carece de importancia, hay indiferencia, falta de opinión, incapacidad de distinguir entre el bien o el mal, apatía, indolencia, pasividad, desconectado de todo lo que le rodea, desorientado de sus emociones, sin vínculos amorosos, viviendo sin sentido, sin una historia construida por el mismo y sin deseo. Este hombre vive en la rutina, cumpliendo su trabajo de manera mecánica, pero que no tiene espacio para preguntarse por lo que siente o lo que quiere, permanece como extranjero frente a la vida de otros, frente a los acontecimientos de afuera, frente a su propia vida, es extranjero a cualquier consecuencia de sus actos o para él mismo.
Es el mismo protagonista quien narra la historia haciéndonos sentir un malestar y la sensación de lo absurdo, no hay sensación de una historia con pasado ni futuro, relata los acontecimientos sin mostrar sentimientos, sólo describe una historia y lo que piensa como si lo estuviera viviendo alguien más. Después de la muerte de su madre comienza a salir con Marie, una mecanógrafa que trabajaba con el tiempo atrás. Con ella parece comenzar una relación, en donde él no es parte de ésta, ella llega a preguntarle si quería casarse con ella y el sólo responde que le daba igual, que si quería podían hacerlo.
Tiempo después termina involucrado en un asesinato y en la cárcel, al inicio continua con indiferencia ante su anterior estado de libertad; sin embargo, termina evocando el único recuerdo que tenía de su padre que da sentido a su próximo final. Freud en su texto “Lo siniestro”, habla de que lo siniestro pertenece al orden de lo terrorífico, que remonta a algo antiguo, familiar, pero conocido. Este sentimiento hace que podamos vivir algo tan familiar como a nosotros mismos como algo ajeno o extraño.