El menú

Esta fascinante película comienza cuando se nos presenta a una joven pareja esperando por un bote que los llevará a una exclusiva isla con el fin de degustar del menú de un aclamado chef, dicho menú contiene ciertas particularidades que te hacen estar al borde del asiento de principio a fin. Todo sobre la trama de esta película es especial; las actuaciones, el guión, su originalidad, la producción, y la esencia de la historia en sí.

Si la gastronomía es un arte, cuando se piensa en arte se remite inevitablemente a la sublimación y al funcionamiento de la psique humana. Podríamos preguntarnos: ¿Existe un límite para sublimar? ¿Qué pasa cuando se deja de sublimar y salen las pulsiones agresivas sin represión alguna? Lo que sucede en esta historia tal vez podría ser un acercamiento a responder a estas preguntas, puesto que el chef Julian Slowik nos expresa indudablemente su gran amor y pasión por la gastronomía y cómo para él, sus creaciones no son sólo para comerse, sino para deleitarse, para estar en el aquí y el ahora degustando de las distintas texturas y sabores que se experimentan con la comida. Sin embargo, al darse cuenta de que no todos comparten este pensamiento y que sus obras de arte son sólo consumidas por personas que únicamente toman, arrebatan y gozan de privilegios que los ciegan de todo lo demás, algo detona en él.

Sin duda esta película nos muestra a un antagonista sumamente misterioso, intrigante y que se vuelve rápidamente aterrador; pero no es sólo él quien más nos interesa en esta historia, puesto que cada personaje tiene elementos muy analizables. Con un comentario social evidente sobre posiciones y condiciones económicas elitistas versus el sector que se dedica al servicio, El Menú nos envuelve, nos atrapa y no nos suelta hasta que vemos los créditos tras su desenlace, pero también hay mucho que se puede obtener desde el punto de vista psicoanalítico, en donde la cuestión de la sublimación y sobre todo de pulsiones, sale a la luz sin disimulo.

Puedes verla en enero del 2023 por Star+.

Análisis: