Psique y Cine: Emilia Pérez

Hablar de este filme tan controversial, nos da para abordarlo desde distintas aristas y una de ellas es lo diverso, lo bizarro, lo dual, lo luminoso y lo ominoso, esto me hace recordar las palabras de mi querida guia y profesora, la Doctora Lourdes Quiroga Etienne, al decir: Mira la obscena, más que la escena, aludiendo al teatro, pero explicando que en la práctica clinica ocurre igual, justo así mirarémos a este filme francés que desde ese lugar “galo” expone realista-burdamente problemáticas en México, como lo es el crimen organizado, la transexualidad, la ignorancia y la pobreza, seguro muchos otros.
Emilia Pérez refleja la redención, los desafíos emocionales y morales, y donde las canciones, pues esta película ha sido catalogada como una comedia musical, se utilizan como un medio para expresar lo que sin acordes no se puede, pues duele, hiere, vincula con los demonios, en sí con el pasado.
Vemos nitidamente el peso de ese pasado, un pasado que pesa, pero que no pasa, resaltemos que en terrenos de la salud mental no hay cambio que se realice en el interior para ser reflejado en el exterior, bien se dice que quien no conoce su historia está destinado a repetirla, para vivir preso de ella, así ocurre con Emilia.
El cine no solo es arte, es emoción y obedece al inconsciente político, si lo podemos nombrar así, pues parece que esta trama es consecuencia de un capitalismo que activa sus recursos para intentar reinvindicaciones relacionadas a temas complejos de nuestro siglo, sin olvidar que la visión ofrecida en este largometraje se da desde una élite a la que pertenece su director, (Jaques Audiard), un hombre por cierto blanco, heterosexual y europeo, eso en el transcurso del rodaje se percibe y se siente.

El maniqueísmo manifiesto en la cinta, deja ver que el «hombre macho» es el malo, el bárbaro, como era «manitas», pero si se erige mujer la bondad emerge, redime, libera, tal y como lo representa Emilia Pérez.
Decía Octavio Paz, el mexicano es un ser a la defensiva, en una actitud de desconfianza, simula que no existe y por eso es dificil saber quién es y lo qué es, el hombre fuerte que hace «chingaderas’ y el oprimido que las aguanta. Es entonces que el narco o el gobierno equivale a ese “macho chingón” que se yergue de un contexto social en orfandad, el «manitas» lo retrata y lo simboliza.
Aunque ese “macho chingón” al final se rajó y al rajarse se abrió para dar naci- MIENTO (Emilia nació desde una mentira) a la mujer que se abre, que intima, que redime y libera, cual madre guadalupana al acogimiento de los que lloran, sufren, ignoran y pierden, orfandad otra vez.
Cuentan que las cabras tiran para el monte y ella no redimió al macho cabrio internalizado (el narco manitas) y finalmente dominó y se apoderó de esa falsa imagen llamada Emilia, justo arrojándola a algo muy parecido a un monte. Sometida, subyugada y casi sin “manitas”, lo perdió todo.
Aludimos para concluir esta reseña, la estrofa de una canción.
Al extranjero se fue…
lejos de casa, se le olvidó aquel sermón
Cambió la forma de caminar
Usaba falda, lápiz labial, y un carterón…
(El gran varon de Willie Colón)
Conclusión: No se puede corregir a la naturaleza
palo que nace doblado, jamás su tronco endereza.
Sugerencia: Véanla, cuestiónense, vívanla, aún está en cines.

Ficha técnica
Título original:
Emilia Pérez
Año:
2024
País:
Francia
Dirección:
Jacques Audiard
Reparto:
Zoe Saldaña, Karla Sofía Gascón, Adriana Paz, Selena Gomez y Édgar Ramírez.
Género:
Drama / musical