Psique y Cine: I lost my body
¿Que relación tenemos con nuestro cuerpo? ¿Somos capaces de identificar todas las consecuencias y características de habitar un cuerpo? I lost my body es una película que hace un análisis magistral sobre las relaciones que devienen de habitar la dimensión corporal. Filme que además de contar con una animación excelente en un formato realista, que deja experimentar de manera sensitiva e íntima; también cuenta con una banda sonora que siempre tiene correspondencia con la historia del protagonista, resaltando emocionalmente cada momento y proporcionando al espectador lo que Naoufel está experimentando.
La metáfora principal: perder una mano. plantea una pregunta: ¿que ocurre al faltar una parte de nuestro cuerpo? ¿Que cambia con eso? ¿Como nos afecta perder algo?
Hay que comenzar por pensar que nuestro ser está contenido en un “algo” físico, suponer que el cuerpo es un medio del que se van a derivar distintas formas de relacionarnos con el mundo. La película hace un recorrido por estas distintas maneras de considerarlo. En un primer momento, comienza el recorrido en algo que parece un saber simple, pero que conlleva bastantes posibilidades: el cuerpo como un dispositivo a partir del cual experimentamos el mundo. A partir de lo anterior es posible preguntar: si habitar un cuerpo es solo un medio por el que experimentamos, entonces: ¿la experiencia es real o es solo una especie de discurso que es distinto para cada quien? O ¿es lo mismo habitar cualquier cuerpo que otro?, hay muchas preguntas que se podrían hacer sobre el tema. Sin embargo, esta película nos ofrece pequeños pinceladas sobre cada una de las posibilidades que hay en la forma en la que se habita el cuerpo y se utiliza: tanto como un lugar desde el que se puede conectar con otros cuerpos, como aquella condición necesaria para la existencia, porque sin tener un cuerpo ¿podríamos asegurar la existencia?
El cuerpo puede ser creador de arte, pero también de muerte; el cuerpo puede ser un lugar para escuchar pero también desde donde expresar; un espacio en el que se vive lo agradable y lo desagradable; es un espacio en donde se generan creencias e ideologías; la corporalidad es algo que está, pero que a su vez podría no estar; también tener un cuerpo es un medio para desplazarnos tanto en un sentido físico(de un punto a otro) pero a su vez transitar por el tiempo. ¿Que pasa cuando el cuerpo se encuentra con otros cuerpos? ¿Que significa que haya cuerpos diferentes al cuerpo en el que estamos? Deseos, miedos, expectativas, metas, dudas, sueños, sentimientos y acciones; todo eso ¿es producto del cuerpo en el que habitamos o es algo que surge de la experiencia que acumulamos en ese cuerpo? Todas estas preguntas son las que acompañan el recorrido de la historia del Naoufel, esto retratado en constantes flashbacks, en recuerdos y momentos de introspección que invitan a interpretar la experiencia del protagonista(en sus dos partes) desde una perspectiva dramáticamente crítica y melancólica.
¿El cuerpo es el protagonista o nosotros lo somos? La experiencia del protagonista es algo que propone reflexionar sobre los límites entre el cuerpo y el ser. ¡Repensar sobre esos horizontes! ¿que determinan?, aquellos campos o dimensiones que son gestionados por el cuerpo o nuestras voluntades. Quizás el problema radica en considerar que somos un cuerpo y solamente eso, o a la inversa: creer que somos un alma-espíritu atrapado en la carne de lo corpóreo.
Este filme, permite plantearnos esos cuestionamientos, reflexionarnos como cuerpo o como algo más allá del cuerpo, pero también cuestionarnos la voluntad, la posibilidad y la libertad, al final lo que es indiscutible es que el cuerpo en tanto organismo biológico vivo es lugar para la voluntad y la posibilidad. ¿Estamos aprovechando la posibilidad?
Ficha técnica
Título original:
J’ai perdu mon corps
Año:
2019
País:
Francia
Dirección:
Jérémy Clapin
Reparto:
Hakim Faris, Victoire Du Bois y Patrick d’Assumçao
Género:
Animación