El 15 de septiembre se conmemora la independencia de México.
Haremos énfasis en lo que ocurrió este día en la ciudad de Querétaro, donde se congregaban comerciantes, abogados, militares, el corregidor y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez con el fin de llevar a cabo una conspiración en busca de la independencia de México.
Cuando sus planes estuvieron listos, se incorporaron el párroco del pueblo de Dolores, Guanajuato, Miguel Hidalgo y Costilla y el capitán Ignacio Allende. Faltaba un dirigente que tuviera prestigio y que pudiera influir y encontrar partidarios; para este papel resultó elegido el Cura Hidalgo quien en un inicio no aceptó dicho ofrecimiento; poco después fue convencido por Ignacio Allende y empezaron el acopio de armas.
¿Qué los llevó a ser parte de este movimiento?
Josefa Ortiz de Domínguez y su esposo tenían por ideal, la construcción de un país justo y libre. Ignacio Allende por su parte era un militar que creía en la democracia; y, por último, Miguel Hidalgo y Costilla quien estaba convencido de que la esclavitud debía quedar abolida y, todos tendrían que ser iguales ante la ley. Los representantes de este movimiento tenían una idea en común: La libertad.
En psicología, la importancia de la libertad es fundamental, eje central. En su libro El miedo a la libertad, Erich Fromm plantea que el concepto de libertad es la lucha de los oprimidos por liberarse de una autoridad o poder, que exige dependencia o sumisión a los subyugados; en el caso de la Independencia de México, aquellos oprimidos eran los pueblos prehispánicos convertidos en esclavos de los españoles, que vinieron a gozar de nuestra riqueza y también colaborar en la riqueza de la Corona española.
La Historia a veces se quiere interpretar de las maneras más extrañas (quizá, perversas) y ahora resulta, según Vox, el partido español de ultraderecha, que España no vino a conquistarnos sino a liberarnos de los Aztecas. Debido a que hace más de 200 años nuestros héroes y Miguel Hidalgo y Costilla lucharon por nuestra libertad, nos congratulamos de que la Estatua de Colón que se ubica en Avenida de la Reforma en la CDMX, cambié por la de una mujer indígena. Dicen por ahí que eso no cambia la historia, es cierto, pero también lo es que el acto es simbólico y que busca dignificar no solo a nuestro pueblo sino a la mujer.
Un proyecto de vida requiere de libertad para elegir un camino; para poder ser parte de la cultura y comprender que los cambios son necesarios y que es fundamental seguir creciendo. Además, solo la libertad puede hacernos responsables de nuestra propia historia: personal y social. Coadyuvemos a convertir a nuestro país en uno grande, educado, culto, más justo, equitativo y tolerante. Un país en el que la violencia a todos los niveles, deje de ser moneda de cambio para la solución de los problemas.
Y con esto dicho: ¡Que viva México!