16 de septiembre, Independencia de México.
De acuerdo con la “tradicional y conocida” historia de México, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla dio comienzo a la Independencia, al congregar a la población que habitaba en el municipio de Dolores, Guanajuato, hoy Dolores Hidalgo, para luchar contra la Corona española.
Previo al Grito de Independencia, hubo una organización y planeación del movimiento con el que se buscaba la emancipación de todos los mexicanos, luego de que el imperio español llegó al país.
Pero, invitemos a la independencia de nuestro pensamiento, al apuntar que el rizoma de la palabra «independencia» está formada con bases latinas y significa «acción y efecto de no estar bajo la voluntad de otro», ¿esto en la realidad se cumple?…
Ya que entramos al mundo de las raíces profundicemos en el árbol del conocimiento que se gesta en la fértil tierra de las preguntas, vayamos así.
¿Cuándo un país es real y totalmente independiente?
¿Lo es solamente por tener sus símbolos, bandera, himno, escudo y una escarapela?
¿Lo es solamente, cuando tiene límites que lo separan de otros países?
¿Solo con eso, un país es independiente?
Un país, no es solo una porción de territorio, sino una nación compuesta por personas.
Un país es realmente independiente, cuando esas personas, tienen acceso por igual a la salud y a la educación, al trabajo, y cuando lo que genera, en riquezas se distribuye equitativamente.
Un país es totalmente independiente cuando no está aprisionado por otras cadenas, como el analfabetismo, la extrema pobreza, la violencia, la corrupción, que lo sujetan a otros poderes que no siempre son naciones o reinos.
Que quede esto para la independiente cavilación.