La civil

“Cada vez que me despierto quiero matar o morir”

Miriam Rodríguez Martínez

Esta cinta expone lo que es repetitivo en estas situaciones que se dan día con día en México y que pasan a ser “normalizado”. Qué escandalizan en el momento del suceso, pero que van perdiendo fuerza con el tiempo.

“La Civil” hace mención a una frase de cada madre que en un momento pierde a su hija o hijo “Yo solo quiero encontrar a mi hija», un grito doloroso y desesperado, que lanza Cielo ante la mirada indiferente de las autoridades, familiares cercanos y conocidos.

Ya sea por negligencia, confabulación o temor a represalias, la búsqueda exhaustiva de la madre de familia por hallar a su hija desaparecida ha concluido nuevamente en un callejón sin salida. Su lamentable tragedia se ha convertido en una estadística más, de esas que han acaparado las primeras planas de los diarios mexicanos durante los últimos diez años. Secuestros, desapariciones forzadas, extorsiones y demás crímenes que ocurren a plena luz del día en total impunidad. Una imparable ola de violencia que ido normalizándose, al grado de hacernos insensibles al dolor de aquellos en busca de justicia y respuestas.

Inspirada en la historia de la activista mexicana Miriam Rodríguez Martínez, La Civil es un relato de resiliencia y denuncia sobre el inquebrantable amor maternal, y un homenaje a las extraordinarias mujeres que son capaces de arriesgarlo todo y entregar su propia vida con tal de proteger a sus hijos.

 La Civil es co-producida por los hermanos Dardenne, Christian Mungiu y Michel Franco, resulta tensa y desgarradora, sobre todo en su mirada de una realidad que se vive en varias comunidades del país donde la presencia de grupos delictivos y cárteles del narcotráfico han arrebatado toda libertad. Un panorama donde la violencia y la impunidad se han convertido en algo tan normal, que ya nada causa asombro ni rabia. Un lugar donde el miedo y la esperanza han aprendido a co-existir, y donde la justicia se ha convertido en una mera ilusión.

Es importante mirar el proceso psíquico que vive esta madre Cielo ante este evento de secuestro o como ella lo llama “la levantaron”. La vivencia de Cielo se puede pensar desde “lo monstruoso”, aquello que no puede ser dicho, aquello que no puede ser imaginado. La experiencia monstruosa está más allá de los límites de lo imaginable, en la medida en que se trata de algo que siempre sorprende a la imaginación y se inscribe como una experiencia de ambivalencia, donde la expectativa y la amenaza conviven como las dos caras de una misma moneda.

Son esas miradas que expresa Cielo ante el impactante suceso de la pérdida de su hija, ante la amenaza, como un monstruo que se muestra en el exceso, lo inimaginable, lo invasivo, lo abrumador y lo indescriptible. Es aquello que sumerge al individuo en una experiencia de terror, de pánico, de abatimiento, de impotencia, de desesperanza ante la posibilidad de que su hija muera, y al mismo tiempo lo impulsa a acercarse a él, servil, atemorizado, seductor y esperanzado, porque es el único que puede también permitirle salvar o saber sobre la hija. El concepto de terror sin nombre de Bion en cierto modo puede aportar un poco de comprensión de la vivencia como una metáfora de lo no simbolizable en que se moviliza la experiencia de un secuestro, tanto para la victima que sobrevive, como para la familia, este monstruo se extiende alcanza y atrapa.

Una escena que ejemplifica a este monstruo es la escena en la morgue en la que la protagonista va a identificar un par de cabezas para ver si pertenecen a su hija, por ejemplo; y en el establecer a esa misma violencia como el único recurso, aunque no libre de consecuencia, en una tierra sin ley para dar con la verdad.

Ante esta imposibilidad en la que se vive Cielo y la negativa de las autoridades en brindarle ayuda, decide hacerse cargo de la situación. Comienza su investigación y se gana la confianza de Lamarque, un militar poco convencional desplegado en la región. Este acepta ayudarla en su búsqueda, porque la información de Cielo puede servirle en sus propias operaciones. Su colaboración arrastrará a Cielo a una terrible espiral de violencia.

¿Qué fue lo que psíquicamente vivió Cielo? El secuestro de su hija llego repentinamente; la posibilidad pudo haberse considerado previamente pudo estar ahí el temor latente. El orden de la vida y la rutina, más o menos definida, se rompen y las estrategias comúnmente utilizadas para hacerle frente a las dificultades resultan insuficientes en esta situación que en un principio invade arrasando con todo.

La percepción de este caos frente al que no se ven posibilidades de salida, el temor y la confusión que produce, alteran la capacidad de pensar racionalmente sobre la situación y nos colocan en una posición de defensa constante más que de acción, como es el caso de Miriam Rodríguez (protagonizada por Cielo) quien tenía que hacer algo ante lo que este vació, sin nombre, tenía que buscar un sentido a lo que había sucedido.

Reseña: