
El director Ari Aster logra plasmar en este cortometraje un tema tabú del que nadie quiere saber, el incesto. La historia se desarrolla en Estados Unidos, en una familia de estrato social alto, que se encuentra conformada por el padre, un poeta famoso; la madre, ama de casa; y su único hijo; aparentemente es una familia común, sin embargo, lo que deviene parecería la escena de una película de terror, donde el monstruo habla y actúa conforme a su deseo perverso.
Lo más complejo de este filme es que no es una historia de terror y, lo que sucede se relaciona directamente con la función paterna que pareciera tener una postura sobre la educación basada en la libertad y la naturalidad del acto, es decir, la interdicción (prohibición) no existe, porque lo importante es mantener la relación con el hijo como amigable y respetuosa, entonces cabe preguntarnos ¿cuál es la función del padre frente a las pulsiones sexuales de los hijos?

El drama familiar oscila entre el incesto y el abuso, además del silencio como una manera de ocultar el sufrimiento y la vergüenza, producto posiblemente de la culpa. Esta historia muestra la necesidad de la interdicción, que como mencionaría Freud (1992), se prohíbe porque el ser humano es capaz de hacerlo. Darle lugar a la palabra es un acto necesario para sublimar aquellas pulsiones sexuales y de muerte que constituyen al sujeto.
Lo ominoso de esta trama es que muestra uno de los actos perversos menos representado en el cine… El abuso del hijo al padre.
Ficha técnica
Título original:
The Strange Thing about the Johnsons
Año:
2011
País:
Estados Unidos
Dirección:
Ari Aster
Reparto:
Billy Mayo, Brandon Greenhouse y Ángela Bullock
Género:
Drama/horror