Vivimos un suceso mundial que ha movilizado manifestaciones desde diferentes espacios, se ha escrito y se han alzado las voces, así como se ha reflexionado sobre la vulnerabilidad humana frente a la pandemia.
Estamos pasando por vivencias impensables, frente a la llegada de un virus que nos conmociona, que ha provocado miles de muertes, que produce miedo, temor de salir y contactar con el otro… Nos conmociona y a la vez nos empuja a pensar en el mundo que dejamos atrás, así como el que podemos empezar a vislumbrar, tratando de articular algo nuevo o diferente. Pensar en que esas coordenadas de subjetivación en cada uno de nosotros cambiaron abruptamente y, el tiempo para construir esas coordenadas es distinto en cada persona, experimentándose como una castración o falta.
El tema de la pandemia se puede analizar como lo han abordado algunos psicoanalistas, ya que este virus nos confronta con la muerte y la enfermedad, es decir, como lo mencionaría (Lacan, 2003) “con el registro de lo Real, como aquello inefable, innombrable, imposible de dar cuenta y al mismo tiempo se hace presente, produciendo angustia”. (Lacan, 2007, pag. 174) hace mención que “esta etwas ante el cual la angustia opera como señal es del orden de irreductible de lo real”.
La pandemia deja visible la vulnerabilidad humana, porque ningún sistema de salud, político o económico ha logrado detenerla, pero lo han intentado a partir del control social, tal como se ha presentado a lo largo de la historia de la humanidad.
En este sentido, lo Real no se puede simbolizar, es el lugar de las pulsiones, de las locuras, de donde emerge lo ilimitado. (Lacan, 2003) “lo considera como el lugar de la falta”. Lo que sólo puede manifestarse en nada. ¿Porque lo Real?, tal vez porque es difícil, o hasta imposible de explicar, pero ahí está, se siente, provoca revuelo, miedo y puede paralizar.
Por lo tanto, darle lugar a la palabra que acontece como escritura, posibilita la comprensión del síntoma, que tendría efectos menos paralizantes o sufrientes en el sujeto, con más posibilidad de movilizar y de construir desde otro lugar, desde el lugar del deseo
Con este acontecimiento de la pandemia los velos se cayeron, la angustia que acontece a lo Real apareció… Se enfrenta la muerte, lo catastrófico y desconcertante. Por lo tanto a través del dispositivo psicoanalítico se posibilita un espacio a la escucha del dolor psíquico.
Referencias
Lacan, J (2007). La Angustia 1962 – 1963 Paidós. Buenos Aires.
Lacan, J (2003). Escrito 1. Función y Campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis. Siglo XXI.
México.