Ubicada en un ambiente futurista y atemporal, el genio de Stanley Kubrick, nos presenta la historia de Alex y su banda de amigos (Drugos), que como entretenimiento practicaban la Ultra violencia, apareciendo de entrada el protagonista como un pendenciero que golpea sin ningún escrúpulo a los borrachos y menesterosos que se encuentran en el camino, transgrede y abusa a mujeres, propicia y se mete en peleas callejeras.
Esta polémica cinta de sexo, violencia y egoísmo (1972), comienza con un primer plano de Alex, dentro de un bar con unas tomas simétricas con una cámara retrocediendo como si tuviera temor de darle la espalda, manteniendo los planos por mas tiempo de lo común, buscando lograr un distanciamiento, ya que ni los buenos son tan buenos, ni los malos, son tan malos, construyendo una gran paradoja, ya que más adelante, este vándalo, se convierte en el agredido y toda la sociedad se vuelven en su contra.
A los 50 años de su estreno, la Naranja Mecánica, se ha convertido en un legado generacional, que nos recuerda el debate sobre la condición humana que planteó Rousseau, afirmando que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad, es quien lo corrompe. De hecho, la película proyecta las nuevas técnicas de condicionamiento conductual, que se le aplican al protagonista, que solo lo inducen a una deshumanización, para hacerlo sociable.
La cinta está construida con escenas de mucho peso, resaltando en la que el protagonista golpea y viola a una mujer mientras tararea, “Cantando bajo la lluvia”, la primera canción que se le ocurrió a Malcom McDowell y que acabó por eclipsar uno de los momentos más turbios, impactantes y dolorosos. La naranja mecánica es una de las obras de Kubrick con mayor peso sexual: el cuarto de Alex contiene cuadros con una importante carga erótica, la casa que asaltan de la mujer-gato, incluso tiene un falo como escultura.
En la puesta en escena, Kubrick recurre a una voz de narrador, porque Alex no podía contar a otro personaje lo que cuenta directamente al público, conectando espléndidamente con el espectador, porque le habla directamente al que está detrás de la pantalla. Expresa y confía sus pensamientos y emociones, que hacen que, si al principio rechazabas al personaje y probablemente se merezca todo lo que le pasa, al final surge un sentimiento de pena por él, y terminar compadeciendo al malo de la película.
El valor y la genialidad de La naranja mecánica, no fue bien valorada en su tiempo, porque se le encasillo como una cinta de excesiva violencia, con poca claridad en el enfoque político y clasificado casi como pornografía. La polémica fue tal, que el director no permitió su exhibición en Reino Unido en 1974. Siendo lo más paradójico que medio siglo después, aún existan algunas personas que tacharían esta obra de arte cinematográfica, de la misma forma, porque no existe ningún personaje bueno. Nos recuerda que todos tenemos intereses propios y que, la sociedad en general solo vemos por nuestro interés, mostrar directamente esto, es lo que más duele de la película.
Ficha técnica
Título original:
Naranja mecánica
Año:
1971-1972
País:
Reino Unido – Estados Unidos
Dirección:
Stanley Kubrick
Reparto:
Malcolm McDowell; Patrick Magee; Adrienne Corri y Miriam Karlin.
Género:
Drama