La película “La serpiente y el arcoíris”, dirigida por Wes Craven, está basada en un libro homónimo escrito por el antropólogo Wade Davis, y su experiencia en Haití investigando un veneno (“Clairvirus Narcisse”) que producía en sus víctimas un estado similar a la muerte, para después volver en un estado de zombificación.
Durante esta película, podemos apreciar en el papel del antropólogo (Bill Pullman), la búsqueda que lo llevan a enredarse en medio de la revolución haitiana y de su religión, produciendo una mezcla entre el temor por la persecución política, el borde entre las creencias y la realidad, y posibilidad de obtener el veneno para su investigación.
Esta película es altamente recomendable para los que buscan suspenso y acción, aparte de que nos muestra el contexto político en Haití durante la revolución que tuvo lugar en los años de 1986, de su religión imperante, el chamanismo y el vudú propios de su cultura.
Por otro lado, también, podríamos decir que se presta para brindarnos una reflexión en torno al parergon de la ciencia y la creencia, como cada uno tiene un campo de aplicación y ambos combaten por dominar cada uno de los aspectos de la vida cotidiana. Además, de que nos muestra sus limitaciones, el camino de la ciencia por una lado, lleno de métodos, pasos y dudas, y por otro la certeza de la creencia y la ideología como formas de dominio de lo publico y lo privado, la primera configurada por rituales que van desde los mas cotidianos, hasta los que regulan los estados anímicos o existenciales, y el otro, la ideología, como la necesidad de liberación y deconstrucción de los lazos sociales con las instituciones del contexto, la necesidad de una revolución.
Presentándonos así, la inmersión de un sujeto moderno, un sujeto constituido a base de la razón y la inducción, conduciéndose entre elementos anímicos, espirituales y existenciales que lo hacen dudar de la capacidad y dominio que tiene el hombre tanto de la naturaleza, como de los aspectos que podríamos denominar “mágicos”, como es que hay saberes que impactan en diversos estratos o registros, y que escapan al ojo y el análisis de la ciencia. Con una colindancia con aquellas religiones iniciáticas y mistéricas un tanto ya perdidas. Y una diferenciación entre le saber producto de una experiencia, en este caso mágica, y por otro lado el del experimentar científico, con neutralidad, intento de imparcialidad e ideales objetivos.
Por demás estaría decir, que esta bien complementada, entre efectos especiales, escenas oníricas que rozan con la realidad, y una angustia por el desenlace de los personajes. Sin mencionar, las emociones y pasiones que juegan un rol importante en la psicología de los mismos.
Ficha técnica
Título original:
La serpiente y el arcoíris
Año:
1988
País:
Estados Unidos
Dirección:
Wes Craven
Reparto:
Bill Pullman, Cathy Tyrson, Zake Mokae, Paul Winfield y Badja Djola
Género:
Terror