El 3 de marzo es el día universal de la audición.
El oído es el sentido con el que percibimos los sonidos que nos rodean; a través de la audición, nos relacionamos con nuestro entorno, nos comunicamos con los demás, expresamos nuestros pensamientos y sentimientos, aprendemos e interactuamos.
Escuchar sonidos es complejo y el proceso requiere que varias partes del oído junto con la corteza auditiva trabajen en conjunto para convertir las vibraciones del entorno que se traducen e interpretan como sonidos.
Los sonidos se miden en decibeles y se considera que a partir de los 80 db pueden ser dañinos si la exposición es prolongada. A partir de los 90 DB se consideran sonidos dañinos, entre más fuerte el sonido, menor es el tiempo que debemos estar expuestos a éste. (Por ejemplo en conciertos o clubes nocturnos), la exposición prolongada a sonidos muy fuertes, puede ocasionar pérdida irreversible de la audición o zumbido de oídos frecuentemente. Los sonidos fuertes dañan nuestras células auditivas y éstas no se regeneran, al morir, la audición se ve cada vez más afectada.
La ausencia o la pérdida de la audición tienen consecuencias de gran alcance que afectan la adquisición del lenguaje, el bienestar psicosocial, la calidad de vida, el aprendizaje y la independencia económica en las diversas etapas de la vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 1.000 millones de adolescentes y jóvenes se exponen al riesgo de sufrir una pérdida de la audición permanente, a menudo sin saberlo y los CDC calculan que 1 de cada 5 adolescentes entre 12-19 años tienen un grado de pérdida auditiva por el uso prolongado de audífonos a volúmenes altos. El daño a la audición es acumulativo. Entre más alto el volumen y mayor el tiempo de exposición, mayor el riesgo de daño permanente.
La pérdida auditiva afecta más que a tus oídos, causa problemas de salud mental como depresión, aislamiento social y ansiedad. Afecta también tu capacidad de respuesta ante situaciones de peligro. ¿Cómo proteger nuestros oídos? La moderación es la clave: limita tu exposición al ruido, puedes usar tapones, evita lugares con decibeles altos, o limita lo más posible la exposición, se consciente con el tiempo que pasas con audífonos y mantén el volumen bajo (los audífonos pueden alcanzar un volumen de hasta 100 dB), procura que el volumen esté al 50-60% del máximo.
Algunos dispositivos cuentan con un bloqueo para evitar que subas mucho el volumen de los audífonos. Toma un descanso y descansa tus oídos, evita usar audífonos a todas horas. Si tu pareja, amigo, amiga, primo, hermano, etc tiene audífonos y escuchas la música también, está muy alto el volumen. Si tienes que gritarle a alguien que tiene audífonos puestos, tmb está muy alto el volumen!
OJO: los niños siguen en desarrollo al igual que sus oídos, es mejor que ellos se mantengan el menor tiempo posible con audífonos y si los usan, el volumen debe estar al 50% como máximo. Son preferibles los audífonos que van por fuera de los oídos y aquellos que bloquean el sonido del exterior.
EN CUANTO A PREVENCIÓN en México es obligatorio tomar un tamiz auditivo al nacimiento, idealmente durante la 1a semana de vida o a más tardar antes del mes de edad. Es de suma importancia detectar de manera temprana aquellos bebés que tienen algún problema de audición para intervenir de manera temprana y evitar un retraso en el lenguaje, socialización y el aprendizaje de estos nenes y una afección en la calidad de vida.
Si crees que tienes algún problema con tu audición o quieres medir qué tal está tu audición, solicita a tu médico que te canalice con un especialista
FUENTES:
https://hearinghealthfoundation.org/
Cuidado de la audición para todos
https://www.who.int/news-room/events/detail/2021/03/03/default-calendar/world-hearing-day-2021-he aring-care-for-all